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Honestamente Vader cuando se emputa ni quién lo pueda detener.
Nuevamente aquí tienen otro capítulo mis panas, espero que sea de su agrado.
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-Hagan sus apuestas, ¿quien creen que ganará?,Vader y Revan contra Nihilus, Malgus y el Senado. -dijo Poe con un micrófono en su mano.
Desde una esquina muy, muy lejana estaba Finn con un pequeño mazo.
-¡Quemalos vivos papá!. -gritó Mini Leia a la vez que un rato cae a su espalda.
Bajita la mano Finn recibía dinero de todos los apostadores.
La mayoría hiba en favor del Senado, el que se anda tragando los mundos y la versión de Vader de hace miles de años.
Solo unos pocos hiban en favor de Revan y Vader.
-Yo me encargo de tu maestro y Malgus, ocúpate de ese muerto de hambre de Nihilus. -dijo Revan sacando su sable de luz carmesí.
Lo que muy pocos sabían es que Darth Revan tiene algo llamado precognición, una habilidad que le permite predecir cada movimiento que sus enemigos traten de hacer en su contra.
Esto mismo lo puede confirmar Darth Malak, claro que el no está... por ahora.
-Detenlos, ya tendrán su momento para matarse unos a otros. -dijo el Padre al Hijo.
La encarnación de la oscuridad simplemente levantó su mano derecha, al instante todos fueron despojados de sus armas.
-Estupido, crees que necesitamos de nuestras armas para luchar?. -dijo Revan lanzando sus rayos de la fuerza sobre el Senado y Malgus.
Ambos señores de la oscuridad se hicieron a un lado, Sidious sabía que no estaba en su mejor momento para hacerle frente a alguien del calibre de Revan.
Y Malgus porque de momento se pondrá al margen, Revan está en un nivel demasiado alto como para que el solo luche contra el.
-Lo bueno que sus sables de luz no luchan a voluntad propia como los de Traya. -pensó Malgus seriamente.
Ya sería el colmo que ella aparezca...
El devorador de mundos se mantuvo quieto, lo único que pasaba por su mente era alimentarse de energía, no le importa como lo haría, tenía que seguir consumiendo más y más.
Vader le arrojó su sable de luz, como si de un búmeran se tratara, Nihilus con un simple movimiento desvío el arma del Sith y sin pensarlo dos veces levantó su mano izquierda para empezar a sustraer la energía vital de Vader.
Su respiración agitada y desesperada poco a poco se fue calmando para sorpresa suya, era como si el hambre al cual se vio sometido por toda la eternidad fuera finalmente calmada.
