V E I N T I O C H O

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Enseguida Karl cambió su cara a un poco de preocupación. Joder.

-Ah, entonces no importa- dijo Jimmy y se sentó en su silla gamer.

Hice lo mismo, igual que Karl y Chandler. Íbamos a grabar un nuevo video de Minecraft para el canal de Jimmy: Mrbeats Gaming.

____.

Mi psicóloga dice que el odio no existe. Que no puedes odiar algo así cómo así. Y que la gente que dice que odia todo, es mentira, porque, según ella, no puedes odiar todo. Pero si la gente no puede odiar todo, ¿por qué yo si lo hago?

¿Por qué yo sí que odio todo lo que me rodea? ¿Soy rara? 

Me tiro a la cama y sorbo por la nariz. Mierda. Aún recuerdo mi infancia. Algo que me gustaría olvidar para siempre. No toda mi infancia, pero si la primaria. La primaria, para mi, fue una mierda. 

Todo por esas personas que pensaban que lo sabían todo de mi, mientras que ni yo sabía quien era.

Fui siempre la cobarde y la débil. 

Pero eso acabo cuando conocí a Alex. Hace unos pocos años. Él me llevo hacía delante, o mejor dicho, me tiró a la fuerza hacía delante. Aún que Alex tenga esa etiqueta de introvertido, no lo es, conmigo no, por lo menos.

Lo quiero mucho, y lo último que querría que me pasara sería perderlo. 

Y sin saber cómo, ni cuando, me quede dormida.


Desperté un poco mareada al oír que alguien llamaba a la puerta. Supongo que es Alex.

Ahora que lo pienso, ¿cuánto hace que no veo a Nick? Seguro que ya es un viejo. Me rio sola, por mi propio chiste. Y bajo a la planta baja a abrir la puerta. Hace frío. Abro la puerta, encontrándomelos.

-¿Qué se les ofrece, caballeros?- bromee, sonriendo.

-¡Se nos ofrece que nos dejes pasar! ¡Nos estamos muriendo de frío!- oí que gritó Chandler, y reí.

-Lo siento, no os conozco. Y mis padres me han dicho que no les abra la puerta a desconocidos.

-Vives sola, idiota- el que hablo ahora fue Chris, el sabelotodo del grupo.

-Ah, perdonanos señorita- dijo Jimmy, haciendo una reverencia-. Nos hemos equivocado de casa.

Dicho eso, Jimmy se dio la vuelta y fue a la casa de mi vecina. Lo mire por unos segundos y, sin darme cuenta, venia corriendo a mi casa mientras gritaba que todos entráramos dentro. Abrí los ojos cuando me di cuenta de lo que había hecho, pero no pude evitar reír. 

Seguro que mi vecina, Hasley, estará como una furia al abrir la puerta y  no encontrar a nadie. 

-¡¿Qué demonios has hecho, Jimmy?!- exclamó Chris, riendo.

-No lo sé- dijo este entre risas.

No les preste mucha atención, solo miraba a todos lados, buscándolo. ¿Por qué no ha venido con ellos? Hace tiempo que no lo he visto, desde ese día. Hace semanas. Joder... ¿Y si no le ha gustado? ¿Y si en realidad solo se ha dejado llevar y en verdad no quiere nada conmigo? No quiero destruir nuestra amistad por ese beso.

Odio ser tan sensible. Sentía como los ojos me empezaron a arder. Pero no salió ninguna lagrima. Me humedecí los labios y me acerque a Chandler.

-¿Y Karl?- pregunté nada más llegar a su lado.

-No ha podido venir- me contestó, sin ni siquiera mirarme.

-¿Por qué?

-Decía que estaba ocupado.

Lindos Ojos- Karl JacobsWhere stories live. Discover now