4

40 7 0
                                    

"Peligro..."


Sintiendose con el corazón lleno de felicidad, Lía se despide de sus amigos. Ya es tiempo de que regrese al internado.
•----Promete que vas a llamar, por favor ---- pide Alphonse consiguiendo que su hermano quiera reír.
•---Y tú promete que me vas a escribir, tus cartas me alegran.
•----¡Primer llamado a los pasajeros para abordar el tren!
•----Aún tenemos tiempo...---- dice Alphonse tomando las manos de la joven.
•----Siempre lo tendrémos.
•----Oigan, si se van a poner así de melosos, esperaré en el auto.
•----¡Segundo llamado! ---- anuncian.

Lía los abraza a ambos con suavidad.
•----Aún no quiero irme...no sin antes, hacer esto.
Se pone de puntas y Alphonse se agacha, ambos se dan un dulce beso.
•----Vaya, vaya. Mi hermanito ahora tiene novia. ¿Quién lo diría?
Ambos se sonrojan enseguida.
•----¡Tercer y último llamado!
Lía toma su maleta y les sonríe.
•----Espero que para mi próxima visita, ya te guste la leche Edward. ¡Te estoy por superar en altura!
•----¡Si serás-
•----¡Los quiero!

Sale corriendo mientras un molesto Edward es sujetado por Alphonse.
El tren marcha y Edward intenta alcanzarlo.
•----¡Ni creas que esto a quedado así, Lía!
La chica solamente se ríe mientras se despide de Edward con la mano mientras el tren lo deja atrás.
•----Ya quiero que sean las próximas vacaciones...---- dice Alphonse suspirando.
•----En las próximas vacaciones.. ya le habré ganado en altura...¡Ya verás Lía! ---- grita un aún molesto Edward mirándo el tren ya en la lejanía.

Mientras tanto, Lía mira por la ventana. Con ganas de bajarse del tren e ir corriendo hacia Alphonse.
•----Fué raro verte besar a esa armadura...---- dice un sujeto cubierto de pies a cabeza.
•----Yo...
•----¿Si sabes que sólo es un alma y nada más debajo?
•----¿Cómo es que?...
El tipo se pone de pie, quitándose su disfraz dejándo ver una cabellera larga y alborotada.
•----No nos hemos presentado correctamente, señorita Sinclair. Soy Envidia...---- ella intenta alejarse, pero él la sujeta del brazo con fuerza.
•----¡Suéltame, me lastimas!
•----Entonces no te muevas tanto. La siguiente parada es la nuestra, encanto.

Lía sabe que es difícil luchar contra un hómunculo. Sus amigos ya le habían contado respecto a esas criaturas.
La siguiente parada llega. Envidia sigue sujetando a Lía.
•----Espero que actues con naturalidad...al contrario...---- aprieta su brazo con mucha más fuerza que antes. •----Te romperé el brazo. ¿Entendiste?
•----S-si...

Ambos se bajan, Lía se aferra a su maleta. Esperándo que alguién note que es una rehén. Pero nadie lo nota, a excepción de un gran hombre moreno que observa todo.
•----¿A dónde me llevarás?
•----Ya lo verás.
•----Sea lo que sea que te estén pagando por mi secuestro. ¡Mi padre puede pagar aún más!
Envidia empieza a reír mientras siguen caminando.
•----¿Tu crees que me pagan por llevarte? ¡Que niña más tonta e ingenua!
•----¡No soy una tonta! ---- logra soltarse y darle una patada a Envidia. •----¡Mucho menos una ingenua! ¡El ingenuo fuiste tú al pensar que sería fácil llevarme cómo rehén!

Suspira y junta sus dos manos. Las deja en el suelo.
•----¡¿También usas la alquimia?! ---- dice el pelinegro mientras es apresado por unas columnas de tierra.
•----Al me enseñó. Y ahora si me disculpas, tengo un tren que tomar.
Lía empieza a correr lo más rápido que puede.
•----¡Maldita mocosa! ---- grita Envidia soltándose de su "prisión".
Lía sigue corriendo, sonriendo con esperanza al ver que ya hay un tren en la estación.
•----¡¿A dónde crees que vas?! ---- dice Envidia.

Lía logra esquivarlo, pero cayendo al suelo. En eso, el hombre de la cicatriz se coloca delante de Lía, protegiendola.
•----Quedése atrás.
•----Vaya, si es Cicatriz.
Lía se pone de pie mientras toma aire.
•----¡No pienso huir! ¡Nunca más lo haré!
Lía usa su alquimia y con agua crea un gran Drágon marino, el cuál lanza a Envidia lejos.
Cicatriz se acerca a la joven, la cuál está muy cansada.
•----Huye...no tomes el tren...esa cosa te seguirá a dónde vayas.

Lía abre sus ojos al ver que aquel hombre tiene los ojos rojos. Nota el tatuaje de su brazo.
•----¿Tu eres...
•----¡Corre!
Lía sale de su trance, toma su maleta y sale corriendo.
Reconoce el lugar, por lo que sabe a dónde ir.
Al llegar a una casa, toca la puerta. Una mujer pelinegra abre.
•----¡Lía!
•----S-señora Izumi...
La rubia termina desmayandose, alertando a la mujer.

𝘚𝘦𝘮𝘱𝘪𝘵𝘦𝘳𝘯𝘰 • 𝘈𝘭𝘱𝘩𝘰𝘯𝘴𝘦 𝘌𝘭𝘳𝘪𝘤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora