Sunny Starscout: La poni en busca de aventuras 🌟

Tres corazones cálidos, una sola familia 🎄🌟

—¡Niños!, no jueguen con la comida.

Los dos se asustaron con la voz de Figgy y siguieron con lo suyo.

Después un tiempo, las galletas ya estaban listas. Hitch y Sunny empezaron a inhalar su olor tan dulce y acogedor.

Figgy empezó a guardar todas las galletas dentro de una canasta y las cubrió con una manta para que permanecieran calientes.

—Ya es hora de que regreses con tus padres, Sunny, ¿qué te parece si nos llevamos las galletas? Te aseguro que a tus papás les encantaría probarlas.

—¡Es una gran idea, señora Figgy!

—Entonces... en marcha.

Los tres se encaminaron al faro y cuando ya casi iban a llegar. Figgy y Hitch cubrieron los ojos de la potranca con un pañuelo.

—¿Qué están haciendo? —preguntó Sunny desconcertada—

—Ya lo verás, confía en nosotros —le contestó Figgy en seguida.

La pequeña poni por supuesto que les creyó, aunque seguía teniendo miedo de tropezarse.

Al llegar al frente del faro, la abuela Figgy le retiró el pañuelo y Sunny pudo ver su linda casa, sólo que ahora lucía como si estuviera en un cuento mágico.

Luego vio a sus padres saliendo del faro con una cara llena de felicidad.

—¿Qué te parece todo esto, mi Sunny?, ¿te gusta? —le preguntó Sunrise de inmediato.

La pequeña Sunny tardó en contestar, ya que estaba muy ocupada contemplando los adornos y las luces que cubrían toda la casa, a parte de la nieve artificial esparcida por todos lados.

—¡Es lo más maravilloso del mundo! —exclamó Sunny, abrazando a sus padres con todas sus fuerzas—. Creí que se habían olvidado de este día.

—Nunca lo haríamos, sabemos lo mucho que querías festejarlo, así que hicimos lo posible por que se hiciera realidad —le dijo Sunrise.

—Es más que perfecto, es idéntico a aquellas historias.

—Y perdón si creíste que te estábamos invadiendo, pero no queríamos levantar ninguna sospecha —le dijo su padre con sinceridad.

—Eso ya no importa —dijo la potranca abrazando una vez más a sus padres.

—¡Y qué esperamos!, es hora de festejarlo, ¿no? —mencionó Figgy, adelantándose.

Luego todos entraron inmediatamente a la casa. Y Sunny se impresionó todavía más al entrar, pues todo estaba igual de iluminado, con la diferencia de que un gran pino con muchos regalos alrededor de él era el centro de atención.

—Papás, ¿en serio hicieron todo esto?

—Claro que sí, ya sabes que todo esto lo hacemos por ti —le dijo Argyle con ternura.

—Escúchame, Sunny —le decía su mamá mientras se ponía frente a ella—. Todo esto se hizo realidad, porque en verdad has demostrado tu corazón es mucho más grande que cualquier obstáculo.

—Y lo disfrutaré como nunca antes. Hitch tenía razón, el Día de la Fogata ya se estaba volviendo realidad desde antes de me diera cuenta —mencionó Sunny, volteando a ver a su amigo con cara de agradecimiento—. No sé necesita una gran fiesta para que este día sea tan especial, es la calidez de nuestros corazones la que nos mantiene unidos.

—Tienes toda la razón, pero creo que es hora de probar estás deliciosas galletas —mencionó Figgy sostenido la canasta en su casco.

Después, todos se dirigieron hacía el comedor y disfrutaron de las galletas, y de otros manjares que habían hecho los padres de Sunny.

Todos evaluaron sus comidas y llegaron a la conclusión de que las galletas de la abuela Figgy no tenían comparación con ninguna otra.

Luego trataron de recrear las costumbres que tenían los ponis de la Antigua Equestria, claro, sin antes darles su propia esencia.

Argyle intentaba crear un villancico con su guitarra, mientras que los demás lo ayudaban a cantarlas. Pero la mejor parte fue a la hora de abrir los regalos.

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—Este es tuyo, hija.

Sunny aceptó el regalo de su madre y en seguida le quitó la envoltura. Al estar el regalo totalmente descubierto. Vio que era un libro de la leyenda de los Corazones Cálidos hecho a casco

—Sé que está historia tu ya la sabes, pero pensé que tal vez te gustaría tenerla aparte, como un recuerdo de este día.

—¡Es maravilloso, mamá!, muchas gracias —exclamó Sunny, y en seguida abrazó a su madre—. ¿Qué tal si les leo un poco?

Todos asintieron y Sunny se acomodó aún más en el sillón. Luego se puso a leer en voz alta el libro.

La pequeña Sunny se sintió muy feliz porque ahora ya no sólo era ella o sus padres quienes se adentraban en la historia, sino que ahora la abuela Figgy y Hitch podían contemplar la magia de la verdadera amistad.

Al terminar de escuchar la historia, todos salieron al campo verde, donde se encontraba un pequeñito árbol que apenas iba creciendo. Y se pusieron a admirar el cielo, mientras que una estrella fugaz pasaba enfrente de todos para festejar el deseo cumplido de una pequeña niña.

Todos se admiraron al verla, y Sunny sabía cuál era la magia de esa estrella: revivir el día de los Corazones Cálidos con un inocente sueño.

"Es posible revivir cualquier momento y no importa cuanto haya pasado, lo que importa, es asegurarnos de que la calidez nuestros corazones permanezca siempre en nosotros."

—SunnyDays08

Ojalá hayan disfrutado este capítulo navideño que hice con mucho cariño.
Les deseo a todos una Feliz Navidad 💖, espero que la pasen en compañía de sus seres queridos.
Y recuerden que hoy el Niño Dios quiere entrar en nuestros corazones, una oportunidad para demostrar podemos nacer de nuevo.
Así que por si alguna razón se sienten solos y afligidos en esta navidad, crean en verdad que su amigo Jesús es la luz de sus almas y con él siempre podremos tener esa paz y felicidad que tanto necesitamos.
Estas son mis palabras de aliento si alguien lo necesita, los quiero mucho.