💕CAPITULO 59💕

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— ¿Por qué estás aquí? ¿Qué pasa con Wang Yibo?

A'Hao hizo una pausa, sus ojos se desviaron un poco.

— Uh... el hermano Wang, fue a ver a un cliente esta mañana, tuvo que salir temprano.

— ¿Ver a un cliente otra vez?

Xiao Zhan arqueó las cejas con sospecha.

— Sí es para hablar de negocios, ¿por qué no fuiste con él?

Al mirar los ojos brillantes de Xiao Zhan, A'Hao se tocó la punta de la nariz y dudó un momento antes de sonreír y decir.

— Soy tan estúpido que solo puedo pelear y matar. No entiendo los asuntos de negocios, así que no fui con él.

Xiao Zhan no sabía porque sentía que algo estaba mal, entrecerró los ojos y de repente un recuerdo apareció ante sus ojos.

Ayer, Xiao Zhan parecía un cadáver en medio de la noche, estaba tan cansado y somnoliento en ese momento. Después de que Yibo lo baño, el teléfono de Yibo tembló un par de veces y la pantalla parpadeo, Yibo contesto el teléfono en la terraza.

Es una lástima que realmente tuviera demasiado sueño en ese momento. Tan pronto como su cabeza tocó la almohada, se durmió y dejó el asunto completamente atrás. Ahora, cuando lo piensa, de repente siente que algo anda mal. ¿Por qué se iría en medio de la noche?

Miró a A'Hao intensamente, su mirada no estuvo sobre él por mucho tiempo, pero la otra parte rápidamente evito su mirada.

— A'Hao, tienes que decirme la verdad.

A'Hao se congeló por un momento, luego se palmeó el pecho con orgullo y dijo con una sonrisa.

— Por supuesto que es la verdad, hermano Xiao, eres muy amable con nuestros hermanos la pandilla del Dragón Azul; le agradeceremos toda nuestra vida, ¿cómo no le diría la verdad? ¿Cuál es la relación entre usted y el hermano Wang? No hay nada que esconder, ¿puedes confiar en él?

Lo que dijo fue de hecho la verdad, y Xiao Zhan no habló durante mucho tiempo.

El temperamento de Yibo ya lo había sentido muy claramente. Aunque este pícaro era terriblemente fuerte y cruel afuera, nunca se mentiría frente a él. Su confianza es extremadamente alta. Si realmente tuviera algo que esconder, debe tener sus propias razones, no hay necesidad de dejar a A'Hao decir mentiras.

— Hermano Xiao, apúrate y come. Las albóndigas de camarones y las gachas de pescado con jengibre preparadas para ti, huelen muy mal cuando se enfrían.

Al ver que Xiao Zhan no había hablado por mucho tiempo, A'Hao rápidamente abrió la tapa y empujó el desayuno frente a él, Xiao Zhan volvió a sus sentidos. Miró la exquisita comida en el plato de porcelana frente a él, acompañada de un tazón de salsa para mojar con aceite, de hecho, era todo lo que le gustaba, solo Yibo lo prepararía tan meticulosamente.

Al ver esto, Xiao Zhan se regañó a sí mismo en secreto en su corazón, pensó que no debería estar pensando cosas malas.

Hoy es lunes, y es normal que Yibo esté ocupado con el trabajo. Aunque se fue sin despedirse, envió especialmente algo que le gustaba comer. ¿Por qué debería sentirse insatisfecho? ¿Cómo puede ser tan grande y seguir pensando así?

Xiao Zhan levantó la mano y se dio un golpe en la cabeza, sonrió y recogió sus palillos.

— Pareces un poco hambriento, ¿ya desayunaste? Siéntate y come un poco.

Hizo una seña a A'Hao, cogió una bola de masa de camarón bañada en salsa de ostras y se la metió en la boca. Después de masticar un par de veces, estaba a punto de hablar, pero su estómago de repente se puso patas arriba. Sus jugos gástricos subieron por su garganta.

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