💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 59💕

Todos los recuerdos de la noche anterior surgieron en un instante, las intensas colisiones, el agua termal y ese maldito bañador rosa...

Xiao Zhan suspiró, agarró la colcha y se la puso en la cabeza, se dio la vuelta e intento agarrar a alguien con sus manos, pero no encontró nada.

— ¿...?

Xiao Zhan se quedó atónito por un momento, abrió sus ojos y miró a un lado. Estaba solo en la gran cama, y el lugar donde debería haber estado alguien, estaba vacío. Toco el lugar y estaba frío, obviamente había estado vacío desde hace mucho tiempo.

Abrió la colcha y se sentó, su espalda todavía zumbaba, en su interior todavía podía sentir la sensación de tener un cuerpo extraño adentro, lo que le hizo sentirse un poco avergonzado por un momento.

Alargó la mano y tomo el teléfono en la mesilla de noche. Sólo eran las siete y media.

«¿A dónde fue Wang Yibo tan temprano?»

Frunció el ceño con sospecha y miró a su alrededor, no había nadie en los alrededores.

— ¿Yibo? ¿Dónde estás?

Gritó varias veces y nadie respondió. Desesperado, se sostuvo la cintura adolorida y salió de la cama. Abrió la puerta de la terraza, el baño y el armario; no encontró a Yibo en ningún lado. Sacó su teléfono y miró de nuevo, no tenía ni mensajes ni llamadas perdidas.

«Esto es realmente extraño, ¿A dónde pudo ir ese tipo sin hacer ni un ruido? ¿Habrá tenido miedo de cómo iba a reaccionar en la mañana y por eso huyo?»

Pensando en Yibo huyendo en la oscuridad de la noche, Xiao Zhan no pudo evitar reír. Abrió el armario y encontró una prenda para ponerse, y marcó el número de Yibo.

— Bip, bip.

Después del tono largo de ocupado, la llamada se cortó, pero nadie respondió. Lo mismo había pasado cuando había estado comprando con Gulf la última vez, Yibo no contesto el teléfono, era como si no tuviera señal.

Xiao Zhan lo intentó varias veces. Después de su último intento, decidió mandarle un mensaje, para preguntarle si le gustaría que desayunaran juntos, pero antes de que lograra teclear mucho, llamaron a la puerta.

Guardó su teléfono móvil, se puso de pie y se acercó para abrir la puerta, sonrió y dijo.

— ¿Por qué llamas a la puerta en tu propio lugar?

La puerta de la habitación se abrió con un clic, pero no era Yibo quien estaba en la puerta.

Mirando al hombre frente a él, Xiao Zhan se sorprendió por un momento.

— ¿A'Hao? ¿Por qué estás aquí?

A'Hao estaba vestido con un traje recto, se ve gentil y no parece un gángster en lo absoluto. Sostiene una bandeja con una cubierta plateada.

— Hermano Xiao, ¿estás despierto? Tengo la orden de traerle el desayuno.

Xiao Zhan dio un paso adelante para dejarlo entrar, entró y miró las batas de baño y los trajes de baño sucios tirados por toda la habitación. Estaba muy avergonzado y rápidamente inclinó la cabeza para limpiar, A'Hao, que estaba junto a él, frunció la boca y se echó a reír.

— Hermano Xiao, déjelo para que el camarero lo limpie. Usted coma rápido o se enfriara la comida.

Xiao Zhan tosió para ocultar su vergüenza, apresuradamente hizo una bola con las cosas en el suelo y las escondió, rápidamente cambió de tema.