Todos los chicos entrenaban, unos entrenaban el manejo de la pelota, porteria y más
-oye... Jajaja prometiste un entrenador, pero aún no a llegado
Preguntaba un lindo chico afeminados, con una linda coleta y una gran sonrisa
-se supone que ya debería estar aquí, supongo que se retraso....
-este club es bastante importante, debería de ser puntual, si no quieres que te saque
Decía esto su grande sonrisa
-si.. Le hablare
El chico de cabellera castaña habló por teléfono
Justo a lo lejos sonó un celular, el chico volteo y pudo ver al famoso entrenador que tanto avía prometido
-carajo, deja de llamarme
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-llevó caminando 10 putos kilometros, a la próxima, dime que el lugar está en unas jodida colinas
-si! Sensei
La chica se puso enfrente del chico de pelo naranja, la diferencia de altura era casi abismal
-Con que eres el presidente de este club he?
El de pelo naranja no podía hablar, esa chica tan hermosa le estaba hablando?
-me vas a contestar?
Yaguchi solo se le quedó viendo, casi con la boca abierta
El solo pensaba, ¿como un patán para nada agraciado avía traído a esa perfecta joven a ese lugar?
Mientras el pensaba en todo y al mismo tiempo en nada
La de ojos negros se puso en marcha
Despues de casi 2 horas de un entrenamiento brutal, dejó descansar a todo aquel que pertenecía a ese club
Yaguchi no participó, pues la chica le pidió que se mantuviera a su lado todo el tiempo
Pues mientras ella no esté, el hiba a ser quien tendría que ponerles los ejercicios, para fortalecer sus piernas, su agilidad y rapidez
Yaguchi todo el tiempo estuvo nervioso, y más cuando en un momento que retaron a la de pelo negro a hacer algo, pues solamente estaba parada ordenando
(...) agarro a Yaguchi y lo puso en sus brazos, como si se tratara de una simple almohada
Yaguchi no sabía que hacer y menos que sentir, esa joven lo avía cargado y lo único que sabía de ella era que un chico virgen y sin gracia, le llamaba sensei