capitulo 15

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Porque Eres De La Familia

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Porque Eres De La Familia

Al entrar en el acogedor estudio que se había convertido en el suyo, Narcissa Malfoy, que hasta hacía poco había sido Narcissa Black, se dirigió a su sillón favorito. Era una cosa pequeña y afelpada, sorprendentemente baja hasta el suelo, con cojines en los que podía hundirse, acurrucarse con un buen libro durante horas y luego dormirse lentamente. Lucius estaba fuera, dirigiendo su hacienda ahora que su padre había sucumbido a la viruela del dragón. Había sido algo horrible de presenciar y, aunque por suerte el hombre había vivido lo suficiente para ver a Lucius casado, no había llegado a su primera Navidad juntos. Narcissa estaba bastante disgustada por eso, y prometió seguir siendo fuerte por su afligido marido.

Así que, con todo esto en la cabeza, era comprensible que no se diera cuenta de que no estaba sola, y no lo había estado desde que entró en la habitación. No fue hasta que estuvo medio hundida en la silla, con la varita bien colocada sobre la mesita que había junto a su lugar de descanso y una copa de vino tinto del viñedo de los Malfoy, que divisó la figura por el rabillo del ojo.

Gritando de sorpresa, Narcissa cogió su varita y disparó el primer hechizo que se le ocurrió. La maldicion hirviente de sangre, en realidad, que era de esperar para un intruso, fue lanzada a un lado sin fanfarria, la figura ni siquiera se movio aparte de un golpe casual con la mano. Pero fue cuando el destello de la maldicion se reflejo en su rostro que Narcissa lo reconocio.

"Turais". Para su sorpresa, su primo mayor estaba sentado tranquilamente en la única otra silla de la sala, como si ella fuera la intrusa. De hecho, estaba comiendo uno de los éclairs que los elfos de la casa habían hecho hacía menos de una hora, aparentemente mucho más interesado en el postre que en lo que era ella.

"Prima", saludó por fin Turais tras diez tensos segundos en los que dio un mordisco a la tarta de crema alargada, masticando pensativo antes de tragar por fin.

"¿Qué haces aquí, Turais?"

Siempre había tenido debilidad por su primo mayor. Había sido el perfecto Black cuando se le requería, pero no temía ponerse al alcance de los hechizos de sus hermanos. Lo admiraba, las medidas que tomaba para proteger a sus hermanitos era lo que sólo podía desear que Bella hubiera demostrado por ella. Había estado celosa, pero Turais siempre había sido bueno con ella.

Incluso cuando se casó con Lucius, un hombre con el que sabía que su primo estaba enemistado, él acudió a la boda y le regaló el collar de diamantes más bonito que jamás había visto para que se lo pusiera al caminar hacia la isla. Llevaba el collar de su abuela por aquello de la "tradición de algo viejo" y no se lo había quitado. Hasta que Turais le informó de que había conseguido el collar en la Cámara de los Secretos y que era el que la hija menor de Salazar había llevado en su propia boda.

Narcissa se había casado llevando el mismo collar.

Turais siempre había sido aquel niño considerado y adorable. Y aunque ahora había crecido, su esencia seguía siendo la misma. Y a veces, se sentía como la más joven de los dos, a pesar de ser dos años mayor que él.

El Hermano Mayor Turais BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora