Iguro caminaba, por los alrededores de su finca junto con kaburamaru, pensando en cómo declararse a su interés amoroso, Mitsuri Kanroji, la chica mas dulce y bonita que había visto, cuando vio a su querido kaburamaru levantar la cabeza nervioso, los últimos días había estado haciendo eso, y tratar de irse para algún lugar del bosque, y está vez no habría Sido la excepción.
- Kaburamaru, ven aquí - dijo el hombre con vendas en la boca, siguiendo a su querido amigo.
Kaburamaru se había adentrado al bosque y lo había perdido de vista. Ya había pasado una hora desde que se había ido de su lado, y lo empezó a sucumbir la preocupación, y empeoró cuando vio un lago, empezando a sacar conclusiones, y si se había caído y se estaba ahogando, corrió lo más rápido que pudo al lado del lago y cuando y iba a sumergirse a buscar escucho algo detrás de el.
-jiji señor, ¿está buscando a este pequeño animalito? - la chica de dulce voz y que parecía tener una carita angelical, hablo sosteniendo a la bellísima serpiente de color blanco - ¡SI! - dijo el pilar agarrando a kaburamaru.
Pero cuando tocó la mano de la señorita, estaba tan fría, cómo si hubiera metido la mano en agua con hielo o... Estuviera muerta, cuando levantó la cabeza, la vio acompañada de dos niños talvez un poco más grandes que ella, con máscaras de zorro, y por alguna razón el de la izquierda que traía un haori color vino, se le hizo conocido.
- Kaburamaru, es una serpiente realmente bella - dijo el niño que le llamaba la atención, con gran alegría y un poco de nerviosismo - oh sí, es muy lindo - hablo, acariciando la cabeza del recién nombrado - jiji, por la forma en la que habla, de seguro han pasado por muchas cosas juntos - dijo de una manera realmente dulce - eso es cierto - hablo, acomodandolo en su cuello.
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Llevaban varias horas sentados en el suave pasto charlando de variedad de cosas, le habían contado de que practicaban para ser cazadores de demonios, y les gustaría seguir juntos cuando pasarán la selección final, algo realmente dulce pero casi imposible, por qué no siempre se puede seguir con los que tú quieres, había logrado hablar muy animadamente con la niña y el de haori color vino, pero no con el de patrones, pero de algo se dió cuenta cuando lo miro de nuevo, ese patrón tan extraño y llamativo era el mismo que usaba su compañero el cara de rata y cuando estaba por preguntar sobre el, pareciera que el joven le hubiera leído la mente.
- chicos, nos tenemos que ir - dijo el de pelo melocotón mientras se levantaba y empezá a ayudar a los otros 2 - está bien - dijo pelinegro aceptando su mano para levantarse.
Los tres se levantaron e hicieron una señal con la cabeza, para después darse la vuelta e irse en silencio, el pilar se levantó rápido y fue detrás de ellos, pero cuando se dió cuenta ya no estaban, camino de regreso a dónde hace segundo se encontraba hablando con ellos y fue allí donde lo escucho.
- fue un gusto conocerte, jiji - se escuchó por todo el lugar para después ser acompañado por una brisa que venia con unos pétalos de cerezo.
Cuando el pilar estaba por hablar, pudo escuchar algo venir hacia su dirección y cuando se fijó, estaba ella el amor de su vida observando lo que hacía, para después acercarse hablar un poco y volver por el mismo sendero antes de haberse encontrado con aquellos niños, que lo habían dejado en duda, sobre su existencia con su desaparición y sus suaves risas.
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Créditos a sus respectivos autores.
☀️Lart☀️ les dice hola y mucha buena suerte para todos.
