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Con su paravela, salió volando, rogándole a los dioses para que no dejasen morir a su pareja, pero en el trayecto, se topó a lo lejos a quien había sido el causante de todo, llendo justamente a la casa de quién Luzu buscaba con desesperación.

Aterrizó, corriendo en dirección a la montaña, hogar de su amigo semi dios, llegando después de el mexicano, quien ya se encontraba hablando con el semi dios.

-¡Sapo Peta! ¡Necesitamos tu ayuda! Vegetta se está desangrando y no podemos detener la hemorragia. - Luzu ignoró por completo a Quackity, quien mantenía su rostro sonriente, a pesar de estar molesto por qué su plan no resultó como esperaba y Vegetta estaba siendo atendido.

-¿Pero que ha pasado?-

-No hay tiempo de explicaciones, te necesitamos rápido. -

-Andando, no podemos perder ni un minuto más. - Sapo Peta le dió una escoba voladora a ambos, ya que desconocía la situación, pero Luzu fue más rápido y le quitó la escoba al mexicano.

-A ti ni siquiera quiero tener que verte una vez más, y menos cerca de Samuel, que todo esto es tu culpa. - Luzu partió en dos la escoba con la fuerza que ni siquiera el sabía que poseía, para después subirse a la propia e ir de vuelta con su amado.

Sapo Peta quedó confundido, pero prefirió pasar todo por alto y seguir al alcalde, dejando a un mexicano extremadamente molesto, quien al observar a ambos irse volando, borró por completo su sonrisa, comenzando a soltar insultos al aire, tratando de calmar su furia por su plan fallido.

Por otro lado, Luzu y Sapo Peta llegaron a casa de cura, llendo corriendo al interior de está para que el semi dios pudiese curar al perfeccionista, quien ya no podía mantenerse despierto por más tiempo.

Habían llegado justo a tiempo.

Sapo Peta comenzó un cántico, haciendo temblar la montaña, dejando confundidos a los demás, pero entendieron todo cuando la herida de Vegetta, la cual Alexby no había dejado de poner presión, comenzaba a brillar, obligando al cura, y al resto, a retroceder.

Observaron como mágicamente la herida iba cerrando, sintiendo todos un alivio instantáneo al ya no ver sangre botando por la espalda del mayor.

De un momento a otro, el lugar había quedado en completo silencio, ya la montaña había dejado de moverse y solo se escuchaban los animales que poseía Alexby. Hasta que por fin, Samuel se levantó algo tembloroso del sofá, sentándose en este.

Luzu fue el primero en acercarse a él, lanzándose encima para darle un abrazo, seguido de Rubius y Alexby, quienes se unieron al abrazo a pesar de las diferencias que tenían entre todos.

-¿Alguien será tan amable de ayudarme a entender lo que está pasando? -

-Pues verás, Sapo Peta, lo que sucedió fue que... -

-¿Hay reunión y me la perdí? Que lástima. - Quackity apareció en la puerta, observando a todos con una sonrisa, pero solo recibió miradas de enojo y una de confusión por parte del semi dios.

-¿¡Qué mierda haces aquí!? ¡Tira para allá gilipollas! ¡Eres un hijo de puta! ¡Casi matas a Vegetta solo por tu asquerosa terquedad! ¡Este no era el jodido plan! - Rubius estaba a punto de lanzarsele a los golpes al mexicano, pero la mano de Vegetta sobre su muñeca lo detuvo.

-Pero no se murió, así que no fue nada grave. Aunque fue una lastima que haya desperdiciado una granada en vano, pero ni pedo, supongo que siempre te saldrás con la tuya Luzu, y siempre obtendrás lo que quieres, ¿no es así? -

-Vete a la mierda, Quackity. -

-Antes solías decirme Quacks.-

-Quackity tío, que te quiero fuera de mi casa. Yo te apoyaba en todo pero has sobrepasado el límite. - Alexby sacó su espada, poniéndose en frente de sus amigos para evitar que la situación se descontrolara.

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