𝐆𝐢𝐆𝐢

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Las compras no eran lo suyo, definitivamente no sabía que comprarle como obsequio a su pequeño.

Yoongi vestía de forma única y radiante, en ocasiones usaba jeans o shorts pero también usaba ropa holgada.

-Mejor lo llevo a una cena- frunció el ceño, no sabía que prenda elegir.

-Que anticuado, todos los días lo llevas a comer y cosas así- tomó otra prenda para enseñársela.

-Entonces que debería...- se quedó pensativo pero una idea se le ocurrió -Ya sé!- gritó asustando a JungKook.

-Oye, más cuidado idiota. A este paso, con tus sustos no quiero que mi Taehyungie se quede sin esposo-.

-Esposo?-.

Si que metió la pata al hablar, su relación con Taehyung era bonita pero ya habían tenido platicas sobre un matrimonio y Taehyung comprendía lo que era un matrimonio.

-Todas las parejas felices se casan- se rascó la nuca con nerviosismo -Pensaste en algo, cierto?- golpeó el hombro del rubio.

-Algo así, leí sobre cortejos. Así lo maneja Yoongi y Taehyung. No comprendo mucho pero es algo parecido a como cuando le pides a alguien si quiere ser tu novio- sonrió pensando en lo bonito que se vería su Yoongi con un anillo.

-Tan escondido que lo tenías eh!- palmeó varias veces el hombro del rubio -Pero llévale esto, le gustará-.

Ya que ambos tenían la idea, comenzarían su plan en busca de las cosas necesarias.

•••

-Últimamente tus caderas están más anchas GiGi- dió un leve golpe en la cadera del menor.

-Deja eso, no es tuyo!- gruñó bajo pero para el castaño se le hizo tierno ese gruñido.

Igualmente Yoongi estaba cambiando, su cuerpo comenzaba a adelgazar un poco y sus caderas a ensancharse un poco.

-Y creo que tu duraznito también está creciendo- palmeó el trasero de Yoongi.

-Crees que sea por que...- sonrió emocionado.

-Apuesto a que serás Omega!- gritó para abrazar a Yoongi y con ello dar palmaditas en su cintura.
-Y ya te dió algo?-.

-No, no me dió nada ayer- agachó su mirada. Estaba triste, su hyung no le había regalado nada en su cumpleaños.

No tenía mucho que comenzaba a llamarle hyung a Jimin. Pensaba que el apodo Papá ya no era muy bonito.

-Tranquilo, yo sé que te dará algo, quizá sea sopresa y por eso no te dió nada- sonrió.

-Tienes razón- sonrió y ambos caminaron por la cafetería.

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El día pasó y ahora Jimin caminaba junto a Yoongi, este traía una venda en los ojos por lo que caminan lento para no tropezar.

-Hyung, por favor ya déjeme ver a dónde vamos- puchereó mientras era dirigido por Jimin.

-Ya casi llegamos pequeño- sonrió hasta que se detuvieron.
-Listo, ya puedes abrir tus ojitos-.

Yoongi retiro la venda de sus ojos y poco a poco abrió sus ojos para que estos se acostumbraran a la luz.

Su vista era maravillosa, estaban cerca del mar. Había una casa de acampar con arreglos y comida, quizá un tipo picnic.

-Esto es...- sonrió reteniendo las lágrimas.