.Solo Es Un Juego. //Catoon Cat X Lectora//

.Capítulo 2.

Existen diversas excusas del porque voy lenta.

¿Falta de creatividad?.

¿Falta de Internet?.

¿Falta de neuronas?.

A todas ellas, si.

Disfruten de lo que sea que mis manos hayan echo.

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Perspectiva de TN, segunda persona.
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Desperté con un dolor de cabeza, cuerpo y lo que podría decir mis brazos, que buena manera de empezar el día.

Móvil lentamente mis manos hacia la ventana, tapandola. Mire el despertador, 07:30, solo dormir una hora, faltaba poco para mis clases. Gruñi, enderezandome, intentando recordar que mierda había echo anoche.

Posicione mi cabeza en el respaldo de la cama ahogando un grito de dolor al recordar la herida detrás de mí cabeza, me la había echo anoche al huir de ese estúpido gato gigante, que molesto era recordar su vos, como si tratara de jugar, que patético. Me destape las piernas mirando los moretones que esa maldita cosa me produjo, cerré los puños y apreté la mandíbula con odio y rabia frustrada, nunca, ni una persona en mi vida, ni mucho menos mis padre, se habían atrevido a tocarme o ponerme un dedo encima, pero esa cosa, esa cosa no sólo se paso, se metió con migo. Como me encantaría ahorcarlo.

Suspire. Pensando con claridad, era estúpido pensar que lo vería de nuevo. Había investigado un poco de el hace unas semanas gracias por unos amigos igual de ráritos que yo; el artículo decía que esa cosa desaparecía para jamás ser encontrado de nuevo, suertudo, que asesinaba a sus víctimas o se las comía, que repugnante. También que era inmortal por ser una caricatura que volvió a la vida por un rito satánico, que normal; alguien tan estúpido como el creador de esa cosa, siendo muy poderoso y sabiendo lo que podría desatar. Era una pérdida de tiempo.

También que su nombre era Cartoon Cat, que su nombre real era Julius, bonito nombre para ser sincera.

Agite mi cabeza negando, tenia hambre y sueño.

Me levanté de la cama en dirección al baño pasando de largo la mancha de sangre que salía a los pies de mi armario, de cualquier manera, mis padres no entran a mi habitación sin mi permiso, fácil.

Al entrar me tope con el espejo, me detuve en frente de el, observándome, notando mis aspecto; mi rostro tenía manchas por el lado izquierdo de mi frente que hasta parecían marcas de quemaduras, en mis ojos denotaba ojeras de hace más de dos meses, esa parte era normal para mi; mi cabello estaba desordenado de sobre manera. Completando con el echo de que en mi mejilla había una pequeña herida de una reciente pelea que tuve en la escuela por una perra que no me dejaba en paz. Por lo menos la deje en la enfermería.

Pero, en pocas palabras: me veía horrible.

Ante ese pensamiento solo sonreí por mi demacrado ser, sabía que no habría nadie allá afuera que le interesará mi aspecto o mi forma de ser, no era atractiva, lo admito, pero no quería decir que mis atributos eran pequeños. Si me describiera me dirían, "eres demasiado sería". Estúpidos. Ellos son los idiotas que no se toman nada en serio.

Declive mi cabeza escuchado un crujido, me queje en vos baja masajeando mi cuello.

__ Estúpida....__ murmure para mi.

Me metí a la ducha. Salí ya vestida para el colegio, yendo directamente a la cocina para comer algo, claro, no sin antes cerrar con llave mi cuarto.

Comi y salí de la casa sintiéndome vigilada.