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You can't read my mind, So read my lips

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You can't read my mind,
So read my lips.
Give me a kiss, give me a kiss.

¿En qué momento habían dejado de ser solo socias?  

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¿En qué momento habían dejado de ser solo socias?  

La línea de profesionalismo que habían trazado ellas mismas los últimos meses había sido completamente ignorada en una sola noche en la que hubo copas de por medio. 

Solo una noche basto para que ahora sus labios rogaran el toque de los de la otra y que sus cuerpos imploraran por una de las audaces caricias que solo las manos de la contraria podía darle. 

Lo seguirían haciendo,  ¿qué más daba? Nadie se enteraría mucho menos ese ingenuo que tenia una de ellas como esposo. 

—Buenos días, Manobal —saludo la castaña nada más entrar al elevador. 

—Buen día, señora Kim —respondió con una sonrisa en su rostro. 

Una vez la puertas del elevador fueron cerradas tomo a Jennie por la cintura para así unir sus labios. 

—No ahora Lisa —dijo girando su rostro y alejándola con una mano en el pecho. 

—¿Por qué no? —preguntó confundida alejándose un poco pero aún sin quitar sus manos de la cintura de la castaña—. ¿Sucede algo? 

—Sucede que mi esposo nos esta esperando en la sala de reuniones. 

—Estamos en el piso tres y la sala de reuniones está hasta el ultimo piso —contraataco, acerco su rostro al cuello de Jennie y la pego más a su cuerpo. 

—Las puertas se pueden abrir en cualquier momento. —Le dio otra razón para que se detuviera. 

Pero todo lo contrario a eso Lisa comenzó a dejar un rastro de besos a lo largo de su cuello.

—Basta Lisa respeta la decisión que estoy tomando —dijo alejandola por completo de su cuerpo.

—Lo siento —se disculpo alejándose y arreglando el saco oscuro que traía puesto.

Aquel sonido característico por fin resonó dentro de aquel pequeño cuadrado de puertas metálicas. Habían llegado al último piso.

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Give Me A Kiss | JL || G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora