Unexpected Beginning

three.

El día había empezado y Louis mentiría si dijera que no estaba nervioso, hace bastante tiempo no tenía citas, menos con hombres, menos con uno mundialmente conocido. Pero en su mente no era Harry Styles, solo Harry, de eso quería convencerse.

No estaba seguro de la idea que se le había ocurrido, pero ya se encontraba frente a la casa del ojiverde, esperando a armarse de valor para hacerle saber que había llegado. ¿Era mejor mandar un mensaje o tocar el timbre? Se decidió por la primera opción.

Estoy afuera, señor Styles.

No fue mucho después que alcanzó a ver el leído en su mensaje por lo que suspiró profundamente. Iba a ir bien.

Pronto el contrario se hizo presente, saliendo de su casa, llevaba una camiseta color blanco, básica, junto a lo que parecía ser un suéter de lana y unos pantalones de jean algo holgados.

Louis pensó que podría ser modelo, luego se golpeó mentalmente porque... sí era modelo.

Pero sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Harry subió al vehículo, con una sonrisa amplia que marcaba sus hoyuelos, sus labios rosados y algo brillosos, Louis supuso que llevaba algún tipo de labial, y un perfume en el que él podría perderse por completo.

Pero por el otro lado, Harry también juro que podría perderse en los ojos ajenos, Louis llevaba puesto un hoodie color negro -bastante- más grande que la que podría ser su talla, lo cual lo hacía ver algo más pequeño, y unos pantalones de jean del mismo color, skinny jeans, no es que Harry hubiese bajado su mirada como para notarlo, para nada.

Luego de saludarse y de que el mayor comenzara a conducir, la incertidumbre de no saber a dónde iban, crecía cada vez más.

"¿Ya puedo saber a dónde me llevas o debería sospechar que voy a ser asesinado."

Louis hizo una mueca, sin desviar su mirada del camino.

"En realidad estás siendo secuestrado, no sabes lo difícil que es planear el secuestro de una estrella pop mundialmente conocida."

Harry soltó una carcajada y Louis pudo jurar que su corazón se estrujó de alegría, escuchó su risa y tuvo ganas de contar mil chistes.

Pronto llegaron a un lugar que Harry desconocía, a su alrededor solo veía verde, volvió a comentar algo sobre ser secuestrado. Pero Louis terminó señalándole una cabaña a unos metros de dónde había estacionado el auto.

"Vamos, te mostraré."

Louis sujetó su mano, tironeando ligeramente de él para guiarlo por el camino de piedras, Harry sintió un leve cosquilleo ante el tacto ajeno.

Segundos después el ojiazul abrió la puerta a la cabaña, dejando ver un espacio sumamente acogedor, recubierto en madera, con una chimenea en la sala, y una escalera, era lo que se podía observar desde la entrada.

"Debes admitir que es un lindo lugar para ser secuestrado."

Ambos sonrieron mientras se adentraban en aquel lugar, Louis lo observaba por detrás mientras Harry era todo ojos curiosos, detallando cada sector de aquel lugar.

"Lo admito, de verdad me encanta ¿Es tuya?"

Preguntó mientras tomaba asiento en uno de los sofá que apuntaba hacia la chimenea, al mismo tiempo Louis se encaminaba a la cocina, a la cual solo separaba una barra.

"Así es, acá es donde escribí el próximo álbum ¿Te gusta la comida china?"

Harry asintió a su pregunta mientras su mirada recorría las guitarras que se encontraban colgadas en una de las paredes.