—Pasa el tiempo y no logro acostumbrarme a esto.

—Lo sé, Tally. Yo tampoco. No había mucho que hacer, su corazón no iba a resistir mucho tiempo, pero ella quería morir a su modo, junto a su nieto, platicando con él. Se ve que lo amaba mucho.

—Debe ser muy hermoso morir al lado de la persona que más amas.

—Ojalá todos pudiéramos elegir eso. —Raelle se estiró y se sobó el cuello.

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?

—Unas dieciocho horas.

—¿Comiste algo?

—Preferí dormir un poco. Ha habido mucho trabajo.

—Pues vamos a la cafetería a que comas algo, antes de que te busquen de nuevo con alguna emergencia. Veré si Abigail está libre.

—Antes debo hacer los trámites y el papeleo de la paciente.

—¿Quieres que hable con el niño?

—Por favor.

📖📖📖📖📖📖📖📖📖📖

La cafetería estaba casi vacía. Había horarios en el transcurso del día en los que habitualmente el lugar se veía más concurrido. Raelle agradeció la tranquilidad, se sentía demasiado cansada como para soportar el bullicio. El café estaba aún caliente, al igual que sus huevos fritos con pan tostado.

No tardaron en sentarse con ella la radióloga Abigail Bellweather, hija de la doctora Petra, la directora del hospital, y Tally Craven, quien era la encargada de pediatría.

—Te ves muy cansada, Raelle.

—Entre las guardias y los exámenes no he tenido tiempo de dormir bien.

—Deberías cuidarte más. ¿Quieres que hable con mi madre para que te dé unos días de descanso?

—No, Abs. Gracias, pero no quiero que el resto de los residentes se molesten porque tengo privilegios. Esto es parte del oficio.

—Como quieras, pero si no descansas, vas a colapsar.

—Estaré bien. Hablemos de otra cosa que no sea trabajo y enfermedades.

Tally se rió, —Estoy de acuerdo con eso. Por cierto, yo quería comentarte algo desde hace días.

Raelle dio un sorbo a su café y la miró. —Mhh ¿qué pasa?

—Estoy leyendo un libro y no vas a creerlo, pero la protagonista se llama Raelle Collar.

La doctora sonrió. —Déjate de bromas.

—Es en serio. Y no sólo eso. La descripción coincide contigo; es rubia, de ojos azules, muy bonita y con una cicatriz en la mejilla.

Abigail se acomodó en su silla. —¿Alguien escribió un libro sobre ti?

—¿Es real lo que estás diciendo?

—Lo juro. Es más, voy por él y te lo mostraré.

Raelle y Abigail se miraron y sonrieron mientras Tally iba corriendo a buscar el libro. Regresó unos minutos después con él y se lo mostró a su amiga.

—Una paciente lo olvidó hace días, cuando estuvo internada. Como nunca lo reclamó se quedó por ahí y un día se me ocurrió leerlo y me sorprendió. ¿Conoces a la autora?

Raelle observó el libro detenidamente y leyó el título y la reseña de la contraportada.

—"Notas de amor" por Scylla Ramshorn.

EL LIBRO DEL AMOR (RAYLLA)Where stories live. Discover now