3

1.8K 115 0
                                    

-AAAAHHH. -me levante después de ese espantoso sueño. Me froté los ojos y me levante de la cama, pero me fije que esta no era mi habitación. -no, no, no, no, dime que no es cierto. -me acerqué a la ventana y solo vi árboles, árboles y más árboles, enseguida recordé la historia que siempre me contaba mi padre. ¿Los hombres lobos existen?

Es posible. Miré hacia la puerta y vi como después de un segundo entraba una chica, de unos 30 años, tenía ropa de mucama, con una falda bastante corta, con cabello negro.

-hola, ya está el desayuno. -me dijo con una sonrisa. -sigueme.

-¿quien eres y qué hago aquí?

-sígueme, alguien te lo explicará todo. -yo la seguí, Bajamos las largas escaleras hasta llegar a una oficina, donde había un chico, bastante  guapo, tenía ojos negros al igual que su cabello, se veía bastante musculoso. La chica pelirroja me obligó a entrar y luego se fue. Él me miró, con sus ojos penetrantes y dijo...

-sientate. -dijo con una gruesa voz.

-eh no... ¿quien eres y qué hago aquí? -le dije mirándolo.

-mi nombre es Daemon, soy el alfa de mi manada, estás aquí porque eres mi mate y desde hoy vivirás aquí. -Yo abrí los ojos asombrada.

-¿como que viviré aquí? Nisiquiera te conozco.

-soy el lobo que viste ayer en la noche, el gran lobo negro.

-no se supone que esté aquí... tengo que irme con mi padre y mis hermanos. -Yo trate de abrir la puerta pero estaba con seguro la perra de la sirvienta me encerró con este loco.

-qué intentas hacer. -yo me di vuelta rápidamente y lo vi frente de mi, ¿cuando llego? Aquí de cerca es demaciado alto y muy guapo. El sonrió y olió mi cuello.

-¿disculpa? -me retorcí incomoda.

-hueles increíble.

-¿Gracias?

-pero hueles a muchos hombres. -grito. ¿Bipolar? -con cuantos hombres has estado?

-no te dire eso, ¡déjame salir! -me acorraló en la pared y se acercaba más a mi, admito que me siento nerviosa.

-te dejo salir si me dices con cuantos hombres has estado. -intente separarlo pero era imposible, era mucho más fuerte que yo. Y así pasaron los segundos más largos de mi vida.

-bien! Te dire, pero aléjate un poco de mi. -me hizo caso y yo si un suspiro. -he estado con... -empece a pensar a todos los chicos con los que me he acostado. -3 personas. Pero no llevo la cuenta. -menti.

-estás mintiendo.

-claro que no...

-ya quiero hacerte mía para que no apestes a los otros hombres. -dijo con ojos rojos, esto es incómodo.

-¿en donde están mis hermanos y mi padre?

-te dire pero no puedes escapar, ¿bien?

Nuestra Luna Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz