Después del fin del mundo (Steve x Eddie)

Capítulo 7

Steve despertó con un peso sobre su pecho y aunque trató de estirarse dicho peso se lo impidió. Tenía los ojos cerrados y los abrió lentamente mirando a su alrededor. Eddie estaba acostado sobre él nuevamente. Steve sonrió con cariño, aparentemente era de las personas que buscaban calor en la noche sin ser conscientes de ello.

Eddie hizo un ruido estirándose y mirándolo con sueño, parecía que de pronto se acordó de la noche anterior pues un sonrojo adornaba sus mejillas.

- Hola. - Dijo Steve, su voz ronca.

- Hola. - Correspondió Eddie con una sonrisa.

- ¿No hubo pesadillas, verdad?

- Ninguna.-Contestó Eddie.

Ambos se quedaron en silencio observándose, ninguno quería romper el ambiente, pero Eddie finalmente decidió hablar.

- Lo siento por enojarme contigo ayer.- Dijo preocupado.

- Lo siento por dejarme golpear por Carver.- Respondió Steve.

Eddie sonrió tocando con su dedo índice la punta de su nariz. Steve tomó su mano y besó sus nudillos.

De pronto Eddie se tenso, con una mirada de determinación se acercó a su rostro. Steve creyó que lo iba a besar y contuvo la respiración, pero aparentemente Eddie tenía otros planes pues posó sus labios sobre su mejilla y se alejó de inmediato rodando hasta sentarse en la cama.

- ¿Puedo tomar una ducha? - Preguntó. Steve asintió medio perdido mientras lo veía dejar la habitación ¿Había sucedido algo?

*

Eddie estaba entrando en pánico. Dejó correr el agua de la ducha mientras intentaba calmar su respiración. Era el momento perfecto y lo había arruinado con su cobardía, pero temía lo que diría Steve cuando se diera cuenta que nunca había besado a nadie. Steve Harrington, rey de las secundaria, había tenido múltiples citas en los últimos años, había estado con casi cada chica en el pueblo y obviamente se sentiría decepcionado cuando se enterara que Eddie no tenía experiencia.

No es que Eddie no hubiera querido besar a alguien antes, es que siendo gay en un pueblo pequeño donde ser queer era un tabú y siendo además considerado el raro de la secundaria con sus gustos peculiares no le había hecho ningún favor. Incluso si se hubiera interesado en alguien lo suficiente para intentarlo dudaba que hubiera llegado a algo más que unos besos y unos toqueteos. Pero al menos entonces hubiera tenido algo con lo que comparar, con lo que saber que esperar, como estaban las cosas estaba en blanco y solo podía entrar en pánico. Todos sus coqueteos con Steve habían sido una broma al principio, nunca imaginó que el chico se interesaría en él, no esperaba llegar tan lejos. Alguna parte de sí todavía tenía miedo de que Steve se arrepintiera.

Trató de dejar su ansiedad en la ducha, el agua caliente lo relajo un momento pero cuando volvió a vestirse en las ropas que Steve le había prestado que olían a él, y entró nuevamente en la habitación y vio a Steve en la cama mirándolo con cariño volvió a sentir nervios.

- Debería ir a casa. – Dijo.

Steve lo miró preocupado.

- ¿Eddie hice algo?

- No, no. Es que Wayne llega temprano y no le avisé que estaría fuera. - Mintió. Steve no parecía creerle.

- ¿Quieres desayuno? - Comentó poniéndose de pie ya comenzando a bajar las escaleras. Eddie lo siguió.

- No, está bien, puedo comer algo en casa.

Steve levantó una ceja con sospecha.

- ¿Vas a decirme que está mal o me vas a dejar intentar averiguarlo por mi mismo el resto del día? - Dijo cruzándose de brazos.