Capítulo 22

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Habían pasado cinco meses desde que Marcos vino a visitarnos y las cosas habían cambiado un poco. Yo pensaba que todo estaba bien y que tenía mis responsabilidades bajo control pero de repente todo se empezó a desmoronar. Empezando por mi estabilidad emocional que estaba colgando de un hilo debido a la universidad y sus exámenes finales del semestre.

—Como ustedes saben ya es final de semestre y el examen final serán dos atuendos diseñados por ustedes basándose en moda elegante, los vestuarios serán presentados en una pasarela con chicas de la escuela de modelos—dijo la maestra—. El desfile será en dos semanas y serán calificados por un jurado.

—¿Solo tenemos dos semanas para hacerlo?—preguntó una chica de mi clase.

—Si, ¿no es suficiente?—alzó una ceja.

—No, solo esta preguntando.

—Les aconsejo que no pierdan el tiempo. La sala de costura estará abierta para que la usen. Esta será su última calificación del semestre, puede que les afecte el puntaje o solo lo mejore. Depende de ustedes. ¿Alguna pregunta?

—¿Los vestuarios tienen que ser para hombres o mujeres?

—Los atuendos pueden ser para hombres  y mujeres, es su decisión siempre y cuando cumpla con el requisito de ser elegante. Deberán decir con tiempo si los diseños serán femeninos, masculinos o mixtos para designarles los modelos y les puedan hacer las medidas antes de hacer los atuendos.

—¿Cuando se nos asignaran los modelos?—pregunto Roxy a mi lado.

—En esta semana, ¿alguna otra pregunta?

Todos negamos con la cabeza.

—Bien, eso es todo. La clase terminó.

Guardé mis cosas en el bolso para ir a la cafetería y comprar comida.

—¿Vas a la cafetería?—preguntó Roxy.

—Si.

—Te acompaño—dijo a mi lado agarrando su maleta.

—¿Tienes algo en mente de lo que harás?—le pregunté poniéndome en la fila para ordenar la comida.

—No estoy segura—respondió.

—Yo tampoco, tengo que ver algunos diseños que ya he hecho para sacar inspiración de ahí.

—Por cierto, ¿como va todo con tu novio?

Suspiré sin darme cuenta.

—¿No están bien las cosas?

—No es eso, es solo que hemos estado un poco distanciados.

—Pues viven lejos—dijo con obviedad.

—Me refiero a que antes hablábamos mas seguido, ahora no mucho. Él esta viendo las materias difíciles de su carrera y eso no ayuda mucho.

—La distancia no es muy fácil, pero ánimo todo mejorará.

—Si... eso espero.

—Dale tiempo.

Cogimos las bandejas de almuerzo para sentarnos en una mesa.

—¿Hoy almorzarás aquí?

—Si, es mi día libre en el trabajo.

—Bien por ti, pasas tan ocupada que nunca vas ni a las fiestas que hacen.

—Lo sé.

Al llegar a casa me di cuenta que no había nadie. Subí a mi habitación y saqué mi sketchbook de la maleta para hacer el boceto de las prendas, tenía que aprovechar el tiempo que tenía hoy pero no me sentía muy inspirada. Prendí la computadora para buscar inspiración en internet.

El aeropuerto de las emociones Where stories live. Discover now