-¡¿No me jodas?!- chille molesto, al ver que estábamos en la terraza- Me has hecho correr como un puto loco por todo el instituto, solo para venir a la azotea.

-¡Sí! ¿No fue divertido?- cuestionó con una sonrisa, la mire como si estuviera loca, aunque claro, que lo esta

-¡No! Me has hecho correr y ¡Yo detesto correr!- exclamé irritado, para luego sentarme en un banco

-¡Tu porque eres un amargado!- se quejo, sentándose a mi lado cruzando sus piernas sentándose en chinito- Ahora cierra la puta boca y disfruta el hermoso día.

-Estúpida.

-Bastardo

-¡Desde que somos amigos, eh recibido más insultos que halagos!- exclamé frunciendo mis labios

-No somos amigos- negó apretando sus labios, soltando un pequeño suspiro

-¡Oye! ¿Cuándo lo seremos?- cuestione

-Cuando el mar este seco- respondió, sacando un libro de su mochila

Fruncí el ceño, pensando en su respuesta- Pero el mar, nunca estará seco- comenté

-Wow, que inteligente, te llevas el premio del año- ironizo, pero mirando a su libro

-Concuerdo contigo- comenté ganándome su atención- Los amigos no se besan, ni se meten mano.- le sonreí con picardía, ganándome un golpe de su parte

-¡No me metas en la misma bolsa! ¡Tú eres el mano larga!- se trato de defender, tratando de no reír

-Waa, ¡Hablo la santa!- exclamé

-Ya.- me callo fulminándome con la mirada, nos miramos por unos segundos, antes de estallar en sonoras carcajadas, estábamos dementes

-Tengo hambre- dijo limpiándose las lagrimas que le habían salido gracias a las risas

-Yo igual ¿Qué dices si nos salteamos una hora y vamos por algo rico?- sugerí

Abilene guardo de manera rápida su libro, y me miro con una brillante sonrisa.

-Es la mejor idea que has tenido hasta ahora- respondió, entrelazando nuestros brazos y comenzando a caminar hacia la cafetería- Tu pagas la comida y yo la bebida.

-Está bien- asentí de acuerdo

Caminamos hacia la cafetería y pedimos unos sándwiches, para luego sentarnos en unas mesas.

-Esto está de lujo- aseguro con la boca llena, causándome gracia

-Lo está.

[...]

Dibujo técnico.

Lo odio, con todo mi corazón, sin duda es la peor materia, más aun si es la última clase ¡¿A quién se le ocurre ponerla en la hora más agotadora y perezosa del día?! No importa cuánto mire los gráficos, no encuentro cuales son los putos errores, luego de intentar hacerlo casi toda la maldita hora me frustre y me senté de brazos cruzados.

-¿Has terminado?- me preguntó la rubia a mi lado

Negué en respuesta- ¿Tú?

-¡Claro, es pan comido!- exclamó apretando sus labios

-Bien por ti- murmure, volviendo mi vista a mi cuadernillo

-¿Sabes que si quieres graduarte, tienes que aprobar esta materia?- preguntó levantando una ceja, yo asentí en respuesta- ¿Qué te falta?- me preguntó, le tendí la hoja mostrándole- ¡No has hecho ninguna! ¡¿Por qué carajos no me has dicho antes?! ¡Faltan diez minutos para entregarlo! ¡Eres un bastardo, Demian!

Lluvia de NoviembreWhere stories live. Discover now