💐¡Es mío!💐

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Draken llevaba muchos años enamorado de Mikey, demasiados, ni siquiera quería contarlos porque sabía que solo se deprimiría más.

—Es que no entiendo. —se quejó, tomando otra copa de vino. —Nunca mostró interés en las relaciones, ¿y de repente quiere casarse? ¡¿Con quién?!

Mitsuya suspiró sin saber qué decirle a su amigo. —Bueno, a todos nos llega el momento en algún momento, tal vez sea solo algo pasajero.

—O tal vez por fin está listo para sentar cabeza. —Kokonoi se encogió de hombros. Sentado a dos sillas de distancia, Inupi le lanzó su mejor mirada de "cierra la boca, imbécil". —¿Qué? ¿No es esto bueno? Por fin podrías tener los huevos para invitarlo a salir.

—¡No puedo solo invitarlo a salir!

—¿Por qué no? Todos sabemos que estás tras su trasero desde los 17 años, tal vez antes, no creo que él no lo sepa también.

Mitsuya hizo una mueca. —Bueno, estamos hablando de Mikey, probablemente no notaría que le gusta a alguien hasta que estén diciéndose "te amo" o algo así.

—O hasta que estén cogiendo, como Koko. —agregó Inupi en burla.

—Oh mi- ¡Fue hace años, Inupi! ¡Ya supéralo! —Kokonoi sintió sus mejillas arder.

—Sí, bueno, como no fuiste tú al que le estaban empujando las entrañas y de repente le preguntaron "¿Entonces te gusto?"

—Tenía que asegurarme, Inupi.

—¡Llevabamos tres meses saliendo!

Draken talló su rostro molesto, escuchando la pelea de siempre entre esos dos. Mitsuya palmeó su espalda en símbolo de apoyo.

—¿Quieren callarse? Draken lleva como... toda su vida, sin coger, sean empáticos. —se metió Baji, llegando con Chifuyu y Kazutora. Se había hecho con una bandeja llena de copas con margaritas y Martinis que le había robado a un mesero.

Kazutora llevaba en cambio una botella de sake y otra de vodka en las manos, con la malvada felicidad reluciendo en cada uno de sus rasgos.

—Pah nos dijo que Draken estaba chillando porque Mikey no le hace caso. —habló el chico, dejando ambas botellas en la mesa.

—¿Y por eso asaltaste la barra de bebidas?

—Oye, todo sea por apoyar a un amigo.

—Que pena. —habló Taiju por fin, abriendo la botella de Sake y sirviéndole en la copa vacía a Draken. —Tantos años rondandolo y ahora cualquier que tenga los pantalones de confesarse se lo va a quedar.

—Es como cuando quieres el peluche de la maquinita pero no te atreves a meter tus únicos 5 yenes. —secundó Smiley, llegando con su hermano, quien asintió de acuerdo.

—Entonces llega alguien más y lo saca.

—No están siendo de ayuda. —se quejó Mitsuya.

—¿Y donde está Mikey? —preguntó Baji.

—Bailando con Emma.

Todos dirigieron la mirada hacia la pista de baile, sorprendiendose cuando se dieron cuenta de que Mikey y Emma parecían ver en su dirección.

Kokonoi codeó de inmediato a Draken. —Está viendo hacia acá, disimula.

—¡No! ¡Que me mire! ¡Esto es su culpa de todos modos! —rezongó Draken, tomando furioso la botella de vodka y dándole tres grandes tragos directo de la boquilla.

—Oh Dios, ¡quitenle eso! —Mitsuya intentó arrebatarle la botella, pero Draken la sostuvo con furia. Kazutora no tardó en sumarse a la pelea.

—¡Oye, no seas egoísta! ¡No eres el único con el corazón roto, a Chifuyu lo rechazó el gato del estacionamiento!

¡Atrapalo, Mikey! || DrakeyWo Geschichten leben. Entdecke jetzt