A decir verdad, nunca habían sido particularmente apasionados, ni siquiera a sus veinte años. Yoongi nunca se había considerado un hombre apasionado. Tenía un impulso sexual saludable, pero eso era todo. Era un hombre racional, siempre lo había sido. Su sangre nunca se recalentaba si él no lo permitía. Nunca antes había conocido a alguien y simplemente sentir la imperiosa necesidad de hacerlo callar... con su polla. Esto no era algo que le hubiera pasado a él anteriormente, hasta Jimin. Este deseo ardiente de tener, poseer, follarse a alguien contra el colchón le era completamente ajeno. Era crudo y primitivo; no era algo que pudiera explicar o racionalizar. No quería hacer el amor o incluso tener sexo con Jimin -quería follárselo. No parecía importar que Jimin fuera un tipo, y que a Yoongi no le gustaran los hombres. Quería cogerse a este. No había nada bonito al respecto. Era tan primitivo como se podría. Eso lo tenía algo avergonzado y disgustado, y un poco incrédulo de que le estuviera pasando a él. Sus hermanos se reirían como locos si se enteraran de que su hermano mayor, el hermano responsable, estaba actuando por su instinto y babeando por una celebridad caprichosa años menor que él. Infierno, Jiyeon se reiría en su propia cara si ella lo supiera.

Y, sin embargo, ahí estaba él. Debido a que Taehyung estaba en lo cierto: tenía que conseguir sacarse esta cosa fuera de su sistema antes de la boda. Cuanto antes se deshiciera de ello, mejor.

Yoongi empujó la puerta del dormitorio de Jimin abriéndola.

La habitación estaba vacía, pero podía oír el agua corriendo en el cuarto de baño. Jimin probablemente ni siquiera sabía que había alguien más en la casa.

Encontró a sus pies en movimiento, sin que su cerebro les dijera que lo hicieran.

El baño estaba sofocante por el vapor de la ducha. Era grande y espacioso, la ducha lo suficientemente grande como para cinco personas, y solo ocupado por un tipo de tamaño mediano. Un tipo muy desnudo, que estaba de pie, de espaldas a Yoongi, con el vapor ondulando en torno a él.

Yoongi había sido entrenador personal o fisioterapeuta para muchos actores y deportistas. Para la mayoría de ellos, sus cuerpos eran la principal fuente de ingresos; muchos de ellos estaban en forma y con buen aspecto, y algunos de ellos eran perfectamente hermosos. Pero sus cuerpos eran trabajo para Yoongi, nada más. Sin embargo, cuando su mirada siguió las gotas de agua que bajaban por la elegante curva de la espalda de Jimin, su impecable piel dorada, a los hoyuelos por encima del oleaje de su culo perfectamente redondo, Yoongi tuvo que recordar a respirar. Estaba duro como una roca, con las manos y boca prácticamente picando de ganas por tocar y probar. Él quería morder y besar ese pequeño culo perfecto, enterrar la cara contra él y comérselo, como había querido hacerlo ayer, cuando Jimin estaba tumbado sobre su rodilla, con las mejillas enrojecidas por las manos de Yoongi y tan malditamente bonito que le había tomado toda su fuerza de voluntad para no estirar al chico abriéndolo y lamerlo hasta que estuviera flojo y listo para su polla. Luego de que Jimin se quedara dormido, unos cuantos tirones de su polla fue todo lo que tomó para correrse como un adolescente en su mano.

No estaba en mejor estado ahora.

Con la boca seca, vio como Jimin cuidadosamente enjabonó entre sus mejillas, su dedo moviéndose arriba y abajo antes de empujar dentro. Un pequeño gemido salió de los labios de Jimin. Yoongi se quedó inmóvil, dándose cuenta de que Jimin estaba masturbándose en lugar de limpiarse a sí mismo. Sus ojos se centraron completamente en ese dedo, mientras que Jimin ampliaba ligeramente su postura y apoyaba la frente contra la pared de la ducha para darse un mejor acceso. Jesús, la curva de su culo era francamente obscena. El dedo de Jimin se movía dentro y fuera de su agujero, y Yoongi no podía dejar de imaginar la enrojecida punta de su polla desapareciendo lentamente dentro de él. Mierda.

◌MIMADO◌ || [Yoonmin]Место, где живут истории. Откройте их для себя