Jimin sabía quién era cuando sonó el timbre.
Abrió la puerta y se hizo a un lado, dejando que Yoongi pasara.
Con la espalda apoyada en la puerta, mirando a su huésped en silencio.
Nunca había sabido que el silencio podía sentirse así; nunca supo que podria tener tal peso.
El rostro de Yoongi era pétreo, sus ojos brillaban con una emoción que Jimin no podía ubicar.
–Habla con Taehyung y dile que estás de acuerdo con mi decisión de dejarlo –dijo Yoongi–. Pídele que te encuentre otro entrenador personal.
Jimin cruzó los brazos sobre el pecho. Eso era lo que él tenía la intención de hacer de todos modos, pero el tono inflexible de Yoongi estaba rozando el camino equivocado. Como siempre.
–¿Y por qué debería hacer eso? –dijo Jimin–. Buenos dias a ti tambien, por cierto.
Un musculo se contrajo en la mandibula de Yoongi.
–Eso es lo que querías. ¿Tengo que recordarte que incluso has tratado de chantajear a Taehyung para deshacerte de mí?
–Sí –dijo Jimin–. Pero tal vez cambió de opinión – Para . ¿Qué estaba haciendo? No había cambiado de opinión. Era tonto antagonizar con Yoongi por el gusto de antagonizar. Pero era como si su boca se hubiera desconectado de su cerebro. No había forma de detenerlo–. ¿Qué haces aquí, de todos modos? Si desea renunciar, no necesita mi permiso. Sin duda, se vería mal en tu CV, pero...
–Taehyung es mi amigo –dijo Yoongi–. Le prometí que le ayudaría, y no me gusta dejarlo tirado. Él estaba enojado cuando me negué a decir por qué quería salir. Es por eso que le dirás nuevo que deseas que me vaya.
-¿Lo haré? –dijo en voz baja Jimin. Puso una cara confusa–. Por cierto, ¿por qué quieres retirar?
Recibió tal mirada, que hizo que un escalofrío corriera por su columna vertebral. De arrepentirse, quería sonreír.
Darle cuerda a Yoongi era una de sus cosas favoritas en el mundo.
–No juegues recatado, Jimin –dijo Yoongi, su voz entrecortada–. Sabes por qué.
-No lo creo. ¿Y tienes que estar tan lejos? –Jimin era incapaz de reprimir su sonrisa por más tiempo–. Si no te conociera mejor, pensaría que tienes miedo.
Si no hubiera estado observando tan de cerca, se habría perdido el endurecimiento en la postura de Yoongi. Entonces él estaba acechando sobre Jimin.
Su ritmo cardíaco corrió, Jimin agarró el pomo de la puerta detrás de él.
Yoongi se detuvo a unas pocas pulgadas de distancia.
Jimin exhalado, odiando la forma temblorosa en la que sonaba.
Yoongi tomó su barbilla y la inclinó hacia arriba, los dedos ásperos contra la sensible piel del cuello de Jimin. Sus ojos cerrados se clavaron en los de Jimin.
–Creo que estás confundiendo algo, mocoso –dijo, sus labios curvándose en una sonrisa irónica familiar–. No te tengo miedo. Quiero dejar el trabajo porque tú me molestas demasiado y no puedo comportarme profesionalmente a tu alrededor. Es eso.
–Ah –dijo Jimin, mirándolo desde debajo de sus pestañas–. Así que me besaste porque era molesto. Tiene mucho sentido ahora.
–No te bese –Yoongi dijo entre dientes. Su cuerpo casi presionado contra Jimin. Casi.
–No, por supuesto que no –dijo Jimin. Alguien respiraba con dificultad; esperaba que no fuera él–. Tú sólo me mordiste. Me mordiste el labio y me dejaste lamer los tuyos.
La nuez de Adán de Yoongi se movió.
–Tú me molestas.
–Yo no sé tú, pero yo no muerdo los labios de la gente cuando me molestan –Jimin lamió la comisura de su boca seca. Estaban tan cerca ahora que podía sentir el aliento de Yoongi en los labios–. ¿Estás molesto conmigo ahora? –Su voz salió mal: se suponía que sonaría como una burla, que se suponía que molestaría a Yoongi, pero en vez de eso, sonaba como una invitación. Dios, estaba respirando y temblando como si estuviera en medio del sexo ¡Y el único lugar donde Yoongi estaba tocando era su cuello! Esto era ridículo.
–¿Por qué haces esto? –dijo Yoongi con voz ronca, el ceño fruncido hacia él con los ojos vidriosos. Sus dedos se cerraron alrededor del cuello de Jimin– Tú tampoco puedes querer esto.
–No lo hago –Jimin logró aturdido–. No quiero esto – Empújalo . Patéalo lejos . Pero no podía hacerlo. No podía moverse– No lo hago –susurró de nuevo, su mano llegó para enterrarse en el espantoso cabello castaño de Yoongi– Todo esto es tu culpa –Sus dedos temblorosos se clavaron en la nuca de Yoongi cuando los labios de Yoongi casi cepillaban los suyos. Los rastrojos de Yoongi rasparon su barbilla– Te odio –murmuró, ya en boca de Yoongi...
Y entonces se estaban besando, si es que se podria llamar besarse en absoluto, mas bien atacarse. Yoongi violó su boca con besos húmedos y profundos, con un hambre feroz que debilitó las rodillas de Jimin. En un rápido empujón Yoongi le había clavado, atrapado entre la puerta, su cuerpo duro y el de Jimin mismo, presionándose con necesidad. Dios. La lengua de Yoongi se sumergió en su boca, barriendo el interior y la saqueó, la poseyó, y Jimin le devolvió el beso, haciendo caso omiso del sabor metálico agudo de la sangre que se mezclaba en sus lenguas. Las llamas que ardían en su sangre estallaron en un infierno arrepentido, y él se perdió, sólo lejanamente consciente de que estaba jadeando y moliéndose sin poder hacer nada en contra de la cadera de Yoongi, su mano en un puño en la camisa de Yoongi y su mente felizmente vacía más allá de una profundidad sin forma de querer, y deseo, y necesidad carnal. Tanta necesidad.
Gimiendo en la boca de Yoongi, Jimin deslizó la mano entre ellos y agarró el bulto en los pantalones de Yoongi. Yoongi se estremeció y mordió su labio con un gemido, su pene empujando contra la codiciosa mano de Jimin. Dios, quería esto. Lo quería dentro, profundo y duro.
–Fóllame –se oyó implorar. ¿Era realmente su voz, temblorosa y patética? – Por favor, fóllame.
Todo se detuvo. Los besos se detuvieron. Yoongi se puso rígido.
Yoongi apartó la boca, el pecho agitado, con los ojos tormentosos.
-No
Empujó a Jimin lejos de la puerta y luego se había ido.
Sus rodillas cedieron, Jimin se deslizó hasta el suelo y cerró los ojos, tratando de ignorar los escalofríos de deseo todavía viciaban su cuerpo. Ira, vergüenza y humillación quemaba en su interior.
estúpido estúpido estúpido .
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◌MIMADO◌ || [Yoonmin]
FanficResumen Min Yoongi es uno de los mejores fisioterapeutas de Europa. Park Jimin es una joven estrella del fútbol con una lesión en la ingle. Ellos se detestan uno al otro desde el momento en que se conocieron. En cuanto a Yoongi refiere, Jimin es un...
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