𝐓𝐖𝐎 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓𝐒 [𝐃𝐑𝐀𝐊𝐄𝐍 𝐗 𝐄𝐌𝐌𝐀]

𝐓𝐖𝐎 𝐌𝐎𝐌𝐄𝐍𝐓𝐒

-No sé por qué nunca te digo que te quiero, si te amo tanto... -la voz de Draken se alzó en el silencio que quedó después de todo el ruido musical y risueño de los chicos festejando minutos atrás, al fin Baji pudo aprobar su carrera de veterinario después de tres años fallando en los exámenes finales, por lo que decidieron festejarlo, y en grande, ¿y qué mejor idea que hacerlo en casa de Kokonoi?, era un lugar muy espacioso dónde cabrían todos sin problema alguno.

Y así fue, rieron, cantaron y bailaron, tal vez el título de Baji solo siendo una excusa para pasar tiempo entre amigos y reír juntos una vez más. Pero cuando el reloj marcó las once y media de la noche, ya todos estaban con el alcohol que los llevaba a las nubes, o al menos la mayoría. Cada uno se fue por su lado, a excepción de Kokonoi, que al ser obligado por Seishu tuvo que llevar en su auto a varios a casa, los que peor estaban, como Naoto, Mikey, o Ran.

Por otro lado, Emma no recibió ayuda, tal vez porque no la habían visto al estar en la cocina buscando algo de comer para Draken, quien sí que tenía la cabeza que le daba vueltas. Para cuándo la rubia volvió todos se habían ido, solo Seishu estaba allí, ella agradeció que no estuviese tomado como los demás.

Él le ofreció ayuda, pero ella se negó, sabiendo que Koko se preocuparía si llegaba a casa y no veía a su novio, y los teléfonos estaban descargados como para avisarse.

Al final la chica terminó llevándose a Draken a pie, por lo menos no estaban tan lejos.

-¿Qué? -su rostro enrojeció al escuchar aquello, las veces que Draken se había emborrachado decía muchas tonterías, pero nunca algo como eso, no era de sincerarse, sino de hacer cosas impensables, o seguirle la corriente a Mikey. (No recomendado).

-En serio, ere' el amor de mi via -balbuceó, apoyando su peso sobre el delicado pero no inútil cuerpo de Emma, llevaba el apellido Sano, vamos, ella también era fuerte.

-D-Draken, estás muy ebrio, te avergonzarás cuando sepas todo lo que dijiste -rió levemente, manteniendo el paso algo lento debido a la posición un poco incómoda, y joder, ese tipo pesaba una tonelada.

-No toy' borracho, solo tengo mareo, ¿y como me avergonzaría de decir que te amo, si es cierto?, es más... -se alejó un paso de ella, la chica intento agarrarle de nuevo, preocupada de que fuese a caer al suelo, pero el pelinegro pudo equilibrarse en su lugar, de la nada dejando caer sus manos relativamente grandes sobre los hombros de la ojimiel-...Emma.

-Draken, te vas a caer, vayamos a casa -dijo, levemente nerviosa, posando sus manos sobre las del mayor.

-Escúchame -le miró directamente a los ojos, siendo tan oscuros que le hicieron temblar, como un abrazo oscuro a su alma, pero el brillo en ellos siendo tan cálido, haciéndole calmarse, sabía que alguien en ese estado podría hacer cualquier cosa, pero Draken era una excepción, estaba segura.

-Bien, te escucho -guardó silencio tras esas palabras, los párpados de Draken pesaban de a momentos, ella solo esperaba pacientemente a que le dijese eso que tanto quería decir, en realidad pensando que era una pérdida de tiempo, ya que tal vez diría alguna cosa estúpida y sin sentido, y pensaría que definitivamente debía estar loco.