Capitulo 31

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Me removí en los brazos de Alesssandro cuando escuché un ruido proveniente del alguna parte de la casa, habíamos pasado la noche en el jardín y ahora la luz del sol se asomaba por toda la casa

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Me removí en los brazos de Alesssandro cuando escuché un ruido proveniente del alguna parte de la casa, habíamos pasado la noche en el jardín y ahora la luz del sol se asomaba por toda la casa. Sin hacer el menor ruido me alejé de él para ir en dirección de esta.

Una vez logré cruzar la puerta de la casa encontré al señor Vittorio dando vueltas por todos lados, parecía aturdido y desorientado, como si no supiese que pasaba a su alrededor.

—Abuelo —me acerqué hasta el en un intento de tocarlo—. ¿Qué sucede, estas bien?

—¿Quién es usted?, ¿Dónde estoy yo? —preguntó nervioso alejando mi mano de su brazo.

—Tranquilo, soy yo, Chiara.

—Yo no te conozco —me hizo a un lado—. Estoy buscando a mi esposa Marina, ¿Dónde está Marina? —insistió desesperado.

Él parecía estar atravesando una de sus lagunas mentales en aquel instante, y no pude hacer más que seguir con lo que él estaba creyendo que sucedía.

—Está bien, buscaré a su esposa, lo ayudaré, siéntese primero ¿sí? —lo ayude a llegar hasta el mueble y lo deje sentado allí—. Dígame, ¿cómo es ella? así la podré encontrar.

—Ella es muy bonita, tiene el cabello largo y castaño. Esta embarazada, tendremos a nuestro primer hijo se llamará Alessandro —dijo sonriente—. ¿Me ayudarás a encontrarla?

—Si lo ayudaré a encontrarla, pero primero debe prometerme que no se ira de aquí, ¿sí? Voy a traer un poco de agua para usted.

—Tú también tendrás un bebé —me tomó de la mano y fijó su vista en mi panza—. ¿Cómo lo nombraras?

—Su nombre será Alessio.

—Es muy parecido al de mi hijo, seguro que pueden ser amigos cuando nazcan.

—Seguro que sí señor Vittorio —le sonreí.

Me giré para ir en dirección de la cocina y servirle un vaso con agua, parecía ahora más calmado y temí que recayera en sus crisis.

—¡¿Chiara, Chiara?! —Alessandro entró en la casa buscándome desesperado—. Aquí estas —dijo aliviado en cuanto me vio.

—Aless —le susurré llamándolo—. Necesito que sepas algo.

Alessandro se acercó hasta mí y fijo su vista en su padre.

—¿Qué sucede? ¿Por qué papá esta tan temprano despierto?

Suspiré.

—Ha tenido una de sus crisis, está buscando a tu madre, le dije que lo ayudaría a buscarla. Espero pueda calmarse.

Alessandro negó y se regresó al lado de su padre.

—Hola papá, ¿recuerdas quién soy yo? —le preguntó.

FrágilWhere stories live. Discover now