💕YOU ARE MY LIFE💕

💕CAPITULO 54💕

Xiao Zhan sonrió y asintió con la cabeza, sacó una llave de su bolsillo, para abrir la puerta de la casa y le hizo señas.

— Entra, hoy invité especialmente al jefe Yibo a venir aquí, será la primera comida.

Yibo hizo una pausa por un momento, no pudo evitar reír, y cruzó el umbral, la puerta se cerró con un crujido, fue como si lo hubiera llevado a otro mundo.

Con mucha luz, todo el restaurante estaba organizado como una pequeña casa de té en un antiguo callejón. Los comensales pueden sentarse a comer y beber, mientras comen un plato de semillas de melón. Mientras pensaba en eso, recordó la cena de Año Nuevo.

Hay más de una docena de mesas de madera en la habitación, las sillas son taburetes largos de estilo antiguo a juego, y las linternas rojas están colgadas a su alrededor. Las paredes están decoradas con varias imágenes de Año Nuevo y batik. Xiao Zhan puso algo de música, algo muy suave. Luego se acercó con una tetera de cobre en su mano y sirvió una taza para Yibo en un cuenco azul y blanco.

— Invitado, ¿qué te gustaría comer?

Le preguntó Zhan con una sonrisa, sus ojos se entrecerraron, ellos brillaban bajo la cálida luz amarilla.

Yibo se rio y abrió la boca para decir algo, pero después de encontrarse con los ojos de Xiao Zhan, tosió un poco y se puso serio.

— Depende de lo que tengas en la tienda. Primero comamos dos platos de cabeza de cerdo, y luego dile a tu jefe que venga a acompañarme a tomar una copa de vino y a cantarme una canción.

— Vete a la mierda.

Zhan sonrió y le dio un golpe, estaba apoyado sobre la mesa y lo miraba desde arriba.

— No hay vino de flores, pero hoy obtendrá una gran ganga. Como primer cliente de la tienda, el jefe le cocinará él mismo.

— Tu jefe es demasiado tacaño, al menos tienes que darme una explicación. Abrieron un negocio bajo mis narices sin decirme nada, ¿quieres pelear?

Mientras decía eso, Yibo extendió las manos e intentó palmear el trasero de Xiao Zhan, pero este, logró evitarlo.

— Perdón por estar demasiado ocupado, no pude decírtelo antes, lo siento...

Xiao Zhan rara vez mostraba debilidad. Se inclinó y tocó la cabeza de Yibo. Al mirar su espeso cabello negro, de repente sintió ganas de acariciar a un perro grande. Este pensamiento lo divirtió nuevamente.

— En realidad, si te lo hubiera dicho, seguramente me dirías que este lugar era muy pequeño y que me encontrarías un lugar con mejor ubicación, que no me preocupara por la decoración ni nada, que tú te ocuparás de todo... ¿Crees que no te conozco?

Yibo se rio en voz alta.

— Realmente eres la lombriz intestinal en mi estómago. Lo adivinaste. Pero todavía no he visto todo el lugar. ¿No crees que es muy pequeño? Solo hay una docena de mesas, ¿Cuántos clientes puede albergar?

Xiao Zhan hizo un movimiento con su mano y se sentó en una silla.

— Eres un hombre rudo y despiadado que no sabe nada sobre lo pequeño pero fino, lo importante es la esencia, no el tamaño, ¿entiendes? Que sea grande no es importante.

Yibo miró fijamente sus pantalones, luego sonrió con crueldad.

— No, creo que yo soy grande y práctico, creo que puedo estar por encima de los cinco primeros, tú lo sabes mejor.

— Aléjate, quienquiera que haya dicho eso, sabía que no podías hablar de negocios. Cuando se trata de negocios, ¡piensa con la cabeza de tu pájaro!