Temp. 2 Cap. 33

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Sin darme cuenta ya estábamos en la zona de las rocas. T/N de soltó de mi mano para correr a una y poder sentarse en lo más alto.

-P-por favor, ten cuidado- tenía las manos delante con preocupación, si llegase a caerse podría lastimarse con una de esas rocas y no quería eso en nuestra caminata -No q-quiero que caigas...-

-Tamaki...- bajó de la roca a una altura en la que estemos frente a frente -Vuelves a tartamudear ¿sucede algo? ¿Estás bien?- tomó mi rostro acariciando este con sus pulgares obligando a acercarme más a ella provocando que deje mis manos a cada lado de su cuerpo en las rocas.

-¿Y-yo? S-sí, ¿P-p-por qué no habría d-de estarlo?... Es algo tonto, d-de seguro se me pasará p-pronto... ¿Eh?-

-Te conozco, dime qué sucede-

-M-mm... E-es que... Y-yo...-

Diablos...

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Estaba recostado en la arena entre algunas rocas, un lugar cómodo para los dos...

-A-au...- era T/N queriendo sentarse, pero no podía de forma rápida.

-¿E-estas bien?... No fui muy rudo ¿N-no?-

-Claro que no, púlpito. Esto me recuerda a nuestra primera vez- dijo con una sonrisa, pero solo veía las marcas que había dejado en su cuerpo desnudo. -¿Tamaki?-

-¿S-sí?-

-Ya deberíamos de volver. Nejire y Mirio deben de preguntarse por nosotros-

-¿E-estas segura que puedes? Puedo cargarte en mi espalda-

-Me gustaría, pero- Au... Primero me cambiaré-

-B-bien...- volví a recostarme en la arena con un gran sonrojo... No fue difícil...

 No fue difícil

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/FLASHBACK/

-M-mm... E-es que... Y-yo...-

Fui callado en ese momento por T/N, en su mirada podía saber que quería que me tranquilice y sea más conciso con mis palabras. Tomé aire y al dar un suspiro pesado la vi fijo con más seguridad, sin embargo, empezaba a sentir un ardor en mi rostro que me consumía.

-Yo... Quiero volver a hacerlo...-

-¿Hacer qué?- mis manos se posaron en su cintura para así acercarla más.

-Tener intimidad contigo, T/N- dejé un beso corto en sus labios para poder verla nuevamente. En esos pómulos llegaba a ver un tono rojizo, era lindo... Podía seguir ¿Verdad?...

Mi mano izquierda subió hasta su rostro tomando un poco de su cabello entre los dedos y llevarlo hasta su nuca, y así poder atraerla nuevamente a un beso suave y cálido.

TAMAKI Y TUDove le storie prendono vita. Scoprilo ora