—Desde verano... —Notaba la mirada de Bakugo sobre él, pero no se giró a verle.

—Bien, no te preocupes por eso, es normal que te duela ahora que All for One está entre nosotros de nuevo. Lo que realmente me alarmó fue que no os están dando clases de Defensa. ¿Quién es ese nuevo profesor?

—Geten... Tan solo dice que debemos estudiar teoría, porque es lo que nos sirve para aprobar los exámenes —dijo imitando el tono en el que el adulto hablaba de forma despectiva.

Yamada se quedó un momento en silencio, y Kirishima aprovechó para sentarse de mejor forma frente al fuego. No parecía estar tranquilo con respecto a ese tema, y creía saber por qué. Si no les enseñaban magia, no iban a poder defenderse en caso de que algún mortífago tratase de atacarlos.

—No quería creerlo pero... Hace un tiempo, varias fuentes que tenemos en el ministerio nos dijeron que el Ministro no quiere que aprendáis a combatir.

—¿Combatir? —Bakugo se metió en la conversación, contestando de malas formas—. ¿Acaso cree que estamos formando un jodido ejército?

—Eso es exactamente lo que piensa. —Yamada vio las caras consternadas de ambos adolescentes, y continuó hablando—. Piensa que Toshinori quiere formar un ejército para quitarle el poder y así quedarse con el Ministerio. Escuchad, —Ambos se acercaron para atenderle con más cautela—, las cosas en Hogwarts van a cambiar mucho, debéis andar con cuidado y con la cabeza agachada. No os metáis en líos, y no dejéis que tengan algo que usar en vuestra contra.

Kirishima miró de reojo a su amigo, mientras Hizashi terminaba de hablar. Toda esa situación acababa de empeorar, y su padrino era la segunda persona que le decía que no se metiese en problemas. No podían quedarse mucho más allí, y Hizashi no tardó en despedirse, dejándoles a los dos de nuevo solos en la sala común.

—Deberíamos ir a dormir. Si no queremos llamar la atención, estar a estas horas fuera del dormitorio no ayudará.

Sentía un tono extraño en la voz de su amigo, como si estuviese pensando en otras cosas mientras hablaban. Conocía bien eso, seguramente estaba analizando toda la conversación con Yamada para ver si podían hacer algo en contra de los deseos del Ministro. Pero no parecía querer involucrarle.

—Sumo Inquisidor, ¿qué clase de nombre es ese? —Sero dejó molesto el periódico en la mesa, y tomó un sorbo de su zumo

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—Sumo Inquisidor, ¿qué clase de nombre es ese? —Sero dejó molesto el periódico en la mesa, y tomó un sorbo de su zumo.

—Parece que quieran que Geten se haga con el control de Hogwarts, lo odio.

Kirishima miró a sus amigos y después a Bakugo, que estaba a su lado. Habían pasado unos días desde su charla con Yamada, y ya se comenzaban a notar los cambios. En la edición de ese día se hacía público el nuevo cargo de su profesor dentro del colegio, y a ninguno le hacía demasiada gracia.

Le habían dado poder para hacer cuanto quisiera con el lugar; poner normas, interrogar a los demás profesores e interrumpir las clases. Debían pasarse las horas lectivas viendo cómo el hombre se paraba frente a personas que llevaban allí años, y les hacía preguntas para comprobar qué servía o no a la educación de los estudiantes. Claro, según su criterio.

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⏰ Last updated: Nov 12, 2022 ⏰

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Eijirou Kirishima y la Orden del FénixWhere stories live. Discover now