Además, podía necesitarlo.
Ibamos a grabar un video para nuestra canción Pass Me By, que era bastante buena, y estaba programado para esta semana y en estos días, así que necesitaba mantenerme comunicado.
Me emocionaba mucho eso.
Tenía que escojer a la chica que sería mi interes amoroso en el video, algo que no había hecho antes, y eso también me emocionaba.
Tal vez podía acostarme con ella...
Me iba a asegurar de que sea linda.
Y distraido por mis pensamientos sucios y poco comunes en mí, volteé bruscamente...Justo cuando una puerta se abría cerca a mí.
Me moví hacia un lado, casi lastimándome el tobillo, para no chocar y logré esquivar la puerta.
Pero la persona que salía chocó torpemente contra mí.
Genial.
Yo me me moví para no chocar pero ella se estrelló de todas formas contra mí.
Por suerte puse los brazos y no se dió muy fuerte contra mi pecho.
Odiaba cuando las personas no eran cuidadosas.
Se volteó para mirarme.
Y se me olvidó todo.
***
Ví su rostro y fue como si de pronto me enterara que el mundo era cuadrado.
Imposible.
Solamente...imposible.
***
Yo siempre había sido de los chicos que cuando veían una chica linda eran discretos al mirarlas.
Y actuaban cool y calmados.
Pero ¡Dios Mio!
Miré su rostro sin molestarme por disimularlo.
Era hermosa.
Cabello castaño y ojos que iban con el.
Y luego su delicada nariz y delgadas cejas...
Bajé hasta sus labios...
Y sacudí la cabeza cuando me dí cuenta que ella me miraba algo asustada.
Tenía los ojos bien abiertos y alertas.
Valió la pena quedarme mirandola por más segundos por que ella era realmente hermosa.
Tenía algo de su largo cabello cubriendole el rostro por el impacto que habiamos tenido.
Y me dí cuenta de que aún tenía los brazos en los de ella.
Y la solté.
Estaba segura de que estaba mirandola con la boca abierta.
Nunca había visto a alguien tan bella.
-Lo siento.- dijo con la voz casi temblandole.
Se separó un poco de mí.
-No importa.- le dije.
Volví a quedarme mirandola.
Esta vez me aseguré de no abrir la boca y como también me miraraba, me sentí libre de hacerlo.
Ella me sonrió tímidamente.
Por Dios.
-Al parecer mi puerta se atascó y empujé demasiado fuerte para abrirla.- agregó.
Su voz me gustaba.
No era chillona, ni muy grave.
Era perfecta.
Le sonreí tambien.
-Si...-dije.- Mi puerta tambien suele atascarse.
Era una gran mentira.
Pero quería decir lo mismo que ella.
Me miró algo sorprendida.
-¿En serio?- dijo.- La mía se rompió esta mañana y traté de repararla yo misma... no funcionó.
Capítulo 40
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