No era su culpa, simplemente no podía

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No era su culpa, simplemente no podía. No se dio cuenta, pero no sé cómo convencerte de que realmente no quería. Dirán que estoy loca por creerle a Hank cuando vino a mi oficina. Entre palabras y llantos pude entender que fue la víctima. Pudo haberlo pensado mil veces, pero la línea entre el pensamiento y la acción es muy grande, así que eso no lo dictamina como culpable. Sé lo que hizo, lo vi, lo sé. Estuve allí, pero esto no lo puedes decir.

No entenderán lo que estoy diciendo, pero cuando lo hagan desearán no haberlo hecho.

La policía había llegado a tocar a mi oficina y yo en la peor escena, guardando todas mis cosas en una caja y maleta. Cuando me vieron agitada y mal peinada, se pusieron alerta, me regresé a ver y entendí que la forma en la que mi ropa estaba, indicaba la prisa con la que quería irme de allí y su mirada decía a gritos sospechosa.

–¿Qué hace Doctora Montgomery, no ha escuchado las palabras de los demás policías? Debe bajar de inmediato, todos se están reuniendo para dar su testimonio, debe ir.

–Oficial Harris, mi vuelo esta por salir. Quiero colaborar con la investigación, pero mi viaje a Boston, no puedo perderlo –le dije con un tono muy desesperado.

Si yo tuviera el otro papel en la conversación, me arrestaría de inmediato por no colaborar con la investigación policial. Pero no estamos de ese lado de la historia, así que, tengan mente abierta y volvamos a la escena.

–Doctora debe bajar, mis superiores me regañarían si la dejo ir. –me dijo él con un tono suave.

Reconocía que me quería dejar ir, pero aunque él quisiera los demás oficiales me detendrían en la siguiente salida del edificio.

Sé que solo estaba haciendo su trabajo, pero lo que iba hacer a continuación el pobre señor no se lo merecía. Solo lo vi fijamente, asentí con la cabeza y empecé a caminar junto a él, por el pasillo del ala oeste del edificio. Había un silencio profundo y un aire hostil se apodero del lugar. Lo último que le dije a Harris mirándolo a los ojos y deteniéndolo con la mano izquierda fue "perdóname" y acto seguido envolví mi brazo en su cuello, tan rápido como si este tuviera vida propia. Como todas las personas a las que les hacía esto, él también, con la desesperación de no poder respirar, golpeaba mi brazo, suplicándome que lo soltase. Pero aunque no quería hacerle daño, lo tenía que hacer. Créanmelo, era absolutamente necesario. Tendí su cuerpo en el suelo y lo arrastré hasta el laboratorio donde se guardaban muestras de ADN vegetal. Me sentí tan culpable y mal. No quería hacerlo, pero sinceramente hacer ese tipo de cosas me llenaba el alma de paz y control. La desesperación de otros me hacía sentir tan viva, de una manera extraña. Suena mal lo sé, pero a quien le importa. Lo importante es la historia.

–Oficial Harris, repórtese ¿Ha encontrado otras personas en el ala oeste del edificio? ... ¿Oficial Harris? Repórtese es una orden de su coronel. –La radio comunicadora de Harris sonó de repente.

No me asuste, nunca lo así con nada. Las bromas de mi hermana mayor cuando éramos pequeñas, esos sustos que me espantaban, ya ni me hacían cosquillas.

Y de pronto la puerta del primer piso se golpeó contra la pared y pasos correteando por el lugar me pusieron alerta.

–Oficial Harris, vamos a su ubicación. –dijo el policía a cargo, por la radio. Mientras yo seguía empacando todas mis cosas.

Cuando terminé de guardar todo, ya era tarde. Los oficiales habían tocado a mi puerta.

–¿Hay alguien ahí? salga por favor, soy oficial de policía –me di cuenta que la luz de mi despacho estaba prendida. Que tonta fui. Estaba perdida, me iban a acusar de culpable, no tenía salida.

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⏰ Last updated: Nov 09, 2022 ⏰

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