Prólogo

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Para Jeon Jungkook, estar en un tonto desfile de modelos novatos era una tortura y una pérdida de su honorable tiempo.

¿Es que por qué tenía que estar en ese estupido evento?

Oh, simple. Es el dueño de su propia empresa de moda, y como CEO de J-Classic debe de estar presente en aquellos eventos para ver si le interesaban algunos de los modelos juveniles de aquella institución de mala muerte.

-¿A que hora se termina esta mierda?- dijo Jungkook con esperanzas de recibir un "no es necesaria su presencia, señor. puede irse yo me encargo de todo" de parte de su secretaria, pero esas palabras nunca fueron escuchadas.

-Solo se han presentado 5 estudiantes de 12, señor- dijo su sexy secretaria rubia que estaba a su lado.

Jungkook no respondió solo se enfocó en su teléfono celular, teniendo las típicas conversaciones de trabajos con socios extranjeros.

-Quizas no tenga futuro como modelo, pero si se mete en mi cama lo vuelvo millonario- Jungkook escucho a el empresario Choi won-soo hablar con uno de sus socios sobre algún modelo.

-¿De que hablas, choi?- pregunto aquel hombre que acompañaba a el viejo choi, mientras reía.

-No seas tonto, con el candente cuerpo que tiene aquel doncel, cualquiera quisiera darle y no concejos- Choi le palmeo el hombro estirando sus labios en una media sonrisa llena de lascivia.

Jungkook luego de escuchar la conversación de los dos hombres, tubo que mirar al frente para observar de quién hablaban tanto. No podía negar que el joven doncel del que querían aprovecharse era una hermosura de persona, un Ángel crado para llenar de luz cualquier lugar al que fuera y un demonio para llevar a la perdición a todo hombre que se dejara hipnotizar de su belleza.

-Debe pertenecerme- dijo Jungkook mirando a el chico pelinegro y de ojos azules que modelaba con timidez pero que dominaba como un experto aquella sencilla pasarela.

-¿Dijo algo, señor Jeon?- pregunto la secretaria Park al escucharlo murmurar entre dientes.

-Quiero que investigues cuanto dinero tiene pensado Choi won-soo ofrecerle a el modelo numero 8...- dijo sin quitarle la mirada a el doncel, y quien lo culpaba era casi imposible dejar de observarlo. -Truplicaras la cantidad y le hablarás de la empresa a el chico.

-¿Este, señor?- la chica le entregó una hoja donde se encontraban todos los datos de el chico y algunas fotos de el modelando.

-Kim Taehyung- Jeon murmuró el lindo nombre de el chico, mientras seguía viendo los datos personales de el chico. A decir verdad le gustaban más las fotos de el chico modelando todo tipo de atuendo y gorros, pero aquella foto con temática de verano con el lindo doncel en traje de baño sería su perdición y sin importar quién estuviera viendo en ese preciso momento despegó la foto de la hoja y la guardo en el bolsillo de su bleize negro. -Como ya has de saber, no me gustan la excusas y tener que perder algo que me interesa, así que si no quieres perder tu trabajo; consigue a el chico- le dijo a park que solo asintió.

El joven Jeon quería a el pelinegro por dos razones.

1.No dejaría que alguien como el asqueroso anciano Choi de unos 50 y tantos tocará y utilizara a alguien que solo quería ser alguien en la vida.

Claro el también queria tocarlo, pero su ambición por ayudar almas perdidas era más grande que su deseo.

2.El chico tenía cara de ser su perdición, y a Jungkook le parecía fascinante que Taehyung lo fuera.

Jungkook se levantó de su asiento sin querer pasar más tiempo en ese horrible lugar, aunque tendría que encerrarse en un baño a resolver unos problemitas técnicos que se encontraban en sus pantalones.

MODA, ELEGANCIA Y OBSESIÓN |KOOKV 💋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora