Amor ¿Imposible? |Lena Luthor Y Tú|

Capítulo 18

-abres tus ojos lentamente y al abrirlos empiezas a estirarte perezosa. Te bañas y luego bajas hacia el living-

T/N: Buenos días...  

Alex: Buenos días, T/N

Dayanna: Buenos díaaas    -la pequeña sonríe-

Alex: Hoy saldremos a algunos lugar, ¿Quieres ir con nosotras?

T/N: Si, por favor...necesito despejarme

Alex: Perfecto    -Alex deja un plato con el desayuno frente a tí-.  Desayuna.  -sonríes-

T/N: Gracias...    -empiezas a comer el desayuno- uhhh, está delicioso

(...)

Dayanna: en un mes comienzo las clases

T/N: ¿A qué grado irás?

Dayanna: primer grado de primaria.  -dice con orgullo-

T/N: ya estás grande, seguro que serás la más inteligente de tu salón

Dayanna: ¿Enserio?

T/N: ¡Claro que si!, ¿Ya te sabes las tablas, verdad? -la pequeña asiente-.   1×5

Dayanna: 5

T/N: 3×9

Dayanna: 27

T/N: 8×9

Dayanna: 72.      -y así pasaron varios minutos hasta que Alex las interrumpió-

Alex: ¿Y si vamos a comer algo?

T/N: estaría genial.  -miras a Dayanna-.  ¿Quieres?

Dayanna: Siii.    -Empiezan a caminar. Minutos después llegan a McDonald's y se sientan en unas de las mesas antes de entrar a McDonald's Alex compró un periódico y empieza a leerlo, segundos después empiezas a leer con ella-

"¿La CEO Lena Luthor ya tiene pareja?

Según las fotos muestra a su Ex Andrea Rojas besándose con la CEO de L-Corp. A ambas se las ve con una sonrisa de enamoradas y con eso ya confirman que son algo. Esas fotos fueron tomadas el día de ayer "

-al leer eso dejas de hacerlo inmediatamente mientras que tus ojos se cristalizan, Alex ve tu reacción y guarda el periódico en su bolso. lentamente te abraza y tú empiezas llorar en su hombro. Dayanna al verte llorar se acerca a tí y te abraza-

Dayanna: Estaremos para tí.  -al escucharla tu sonríes entre lágrimas y abrazas a la pequeña-

(...)

Dayanna: T/N...

T/N: Dime pequeña.     -Dayanna agacha su cabeza nerviosa y tú sonríes-  puedes decirme lo que quieras, no te diré nada malo

Dayanna: ¿Puedo decirte tía?    -la miras sorprendida-

T/N: ¿E-Enserio?    -la pequeña asiente y tú sonrisa crece-. Claro que sí

Dayanna: ¿Quieres ser mi tía?

T/N: Sería un placer ser tu tía, pequeña  -Dayanna te abraza y tú le devuelves el abrazo-

Alex: Volví.   -dice la pelinegra ojiverde mientras llegaba con tres helados en sus manos. Uno de ellos se lo dió a Dayanna y otro a tí-

T/N: Gracias, Alex...

Alex: No hay de qué.  -las tres empiezan a tomar el helado mié tras hablaban de la naturaleza hasta que un hombre con una máscara le apunta a Alex con un arma. Te pones delante de ella y lo miras desafiante al hombre-

T/N: si vas a disparar, dispara.   -dices mientras ponías a Dayanna detrás de tí aún con la mirada en el hombre. Este gala su gatillo y tu alzas una ceja al sentir un cosquilleo y ver qué la bala cayó al suelo-

X: ¡¿Que carajos?!    -Empieza a dispararte varias veces sin lograr que alguna bala te penetrara el cuerpo. Al quedarse sin balas tomas su brazo y lo golpeas en la cara y este cae al suelo ya desmayado o quizás muerto-

T/N: Dulces sueños

Dayanna: Wooow.   -Segundos después aparece una castaña a la cual reconociste al instante-

T/N: Agente Sawyer    -sonríes, caminas hacia ella y la abrazas-

Maggie: ¿Alienígena?

T/N: Noup, supongo que era un humano

Maggie: Dime que no lo mataste.   -ves como el hombre empieza a abrir los ojos-

T/N: si es que los muertos pueden abrir los ojos y mirarte como si fueras un bicho feo y está asustado, pues si.   -caminas hacia el hombre y este se aleja tuyo- Ojalá fuera como mi hermana, pero no lo soy...si alguien amenaza a alguien de mis seres queridos juro por Rao que no los dejaré vivos    -dicho eso Maggie le coloca las esposas al hombre y miras Alex y Dayanna-.    Siento eso...    -Alex te abraza-

Alex: la próxima tu le quitas el arma y yo lo golpeo.   -Ríes-   me quitaste la diversión

Dayanna: Gracias por salvarnos, tía

Maggie: Hasta luego, que tengan un lindo día. Adiós, T/N, cuídate...  -Maggie mete el hombre a la parte trasera del auto y luego ella entra al lugar del conductor-

T/N: No hay de qué, peque