Horror entre la niebla

Rencor Y Maldad

Dos semanas después:

Una joven con abrigo negro, sombrero también negro con velo caminaba sosegadamente por las calles neblinosas de Londres mientras observaba las casas que iban desfilando delante de ella; si alguien observaba a la joven detrás de su velo se daría cuenta de que era una muchacha de raza negra de unos veinte años.

En cuanto al barrio era de clase media y eso se reflejaba en el estilo de las viviendas. Aún había varios niños jugando en la calle, muchos de los cuales se la quedaron mirando fijamente, aunque ella por el contrario los ignoro completamente. Dos mujeres que paseaban juntas la miraron de malas maneras y también las ignoro.

Al fin llegó a la casa indicada y golpeo la puerta fuertemente. No tardo en abrirle una mujer anciana de pelo gris, menuda y que tenía demasiadas ojeras.

-¿Señora Fileding?

-Si, soy yo.

Adaira sonrió.

-Yo soy Adaira Claremont. El Padre O'Toole me hablo de lo sucedido con su nieta.

La mujer se persigno, como por un gesto mecánico, y asintió.

-Si, él también nos habló de usted. Dijo que si había una familia capaz de enfrentarse junta a toda una horda de demonios, esa era la suya.

Adaira parpadeo sorprendida, no se esperaba que el Padre O'Toole tuviera una opinión tan profunda de su familia. O de que al menos les respetara tanto en su profesión.

"A Papá le hubiera gustado" pensó con melancolía.

-Espero que confié en mí de la misma manera.

La anciana le replicó:

-Me fio del criterio del Padre O'Toole.

Adaira asintió, reconociendo que aquello era lógico.

-Bien, señora Fielding, sé que probablemente estará harta de esto, pero necesito que me cuente todo, con detalles incluidos, desde el principio.

La señora Fielding parecía estar de acuerdo después de todo.

-Fue en la noche de Halloween, yo estaba fuera visitando a una paciente, soy comadrona, y mi nieto Nicholas estaba en el teatro con unos amigos. Mi nieta Nadine, en cambio, se suponía que iba a quedarse en casa todo el día pero cuando su hermano regreso a casa se encontró con que no había nadie. Luego encontró una nota en el salón de estar en el que ella explicaba que había salido a causa de un asunto urgente. Nicholas se inquietó un poco pero no le dio muchas vueltas al asunto. Hasta que llego la noche y ella todavía no había vuelto, luego yo finalmente regrese, ya cerca de medianoche, y me encontré con que Nicholas ya había reunido a sus amigos para buscarla. Una hora después la encontraron tirada en la nieve - la anciana hizo una pausa y prosiguió- Como le he dicho, nadie sabía exactamente porque había salido ni mucho menos como había acabado desmayada en la nieve en medio de la noche. Por fortuna, los chicos la trajeron rápidamente a casa.

De nuevo otra pausa. Adaira espero pacientemente a que retomara la historia.

-Fue aquí cuando empezó la verdadera pesadilla. Al poco de haberla metido en la cama, Nadine empezó a gruñir.

Era fácil de ver que la anciana dudaba de si confiarle a Adaira toda la historia, y la joven se le acerco en un gesto comprensivo.

- Señora Fileding, he ayudado a combatir a demonios y muertos vivientes. Difícilmente puede asustarme lo que sea que tenga que contarme.

La otra le sonrió con gratitud.

-El Padre O'Toole es nuestro confesor desde hace décadas, conoce enteramente la verdad sobre nuestra familia.