¡¿Soy Rashta?!

Capítulo 18: Mal Presentimiento

- ¿No me veo ridícula? - preguntó con timidez. Ahora que llevaba el cabello suelto y un poco de maquillaje era increíble cuán bella se veía.

- ¡¿Bromeas?! ¡Te ves divina! - la alagó Cheriny tomando sus manos con ojitos soñadores. Era muy buena alagando a las personas.

- Sí, estás muy bonita. Ten más confianza, Delice. - aseguró Evely colocando un brazo alrededor de sus hombros en señal de apoyo.

Lebetti chasqueó con la lengua. Debía seguir algo molesta con Delice por hacer que nos retrasemos. Por lo menos se abstuvo de decir algo grosero y se dedicó a balancear a Ian en sus brazos, sacándole sonrisas y risitas, ella misma no pudiendo evitar relajar su expresión en presencia de su sobrino. Era muy sub realista imaginar que en la mayor parte de la novela original Lebetti se la pasó despreciando a Ian por su origen y que ahora fuese tan afectuosa y cariñosa con él.

"¿Podría ser que Lebetti este reemplazando el papel de Allen en la historia?"

- ¿Y el abuelito? - preguntó Evely notando la ausencia de Pix.

- Ah, se quedó a ayudar a nuestros padres a empacar sus cosas. Mañana regresan a Bluvohan, después de todo. - una melancólica sonrisa surcó mis labios. - Mañana los veremos para el desayuno.

La tristeza no se hizo esperar en el rostro de la adolescente. - Ya veo. - pronunció frotando sus manso entre si. Cheriny de inmediato fue al lado de su ama con preocupación.

Delice y Lebetti bajaron la cabeza en silencio. 

Era triste tener que volver a separarnos de los Vizcondes Iskua. Pese a que Sovieshu nos dejó todo el tiempo del mundo para poder convivir con nuestros padres en estos días, su estancia fue de menos de una semana y no sabía cuando volveríamos a reunirnos nuevamente.

- ¡Ah! ¡Lady Rashta! - al entrar al gran salón fuimos abordadas por el Barón Lant. Su presencia consiguió que la depresiva atmosfera comenzara a disiparse. - El Emperador me ordenó que cuidara de usted en su lugar. Espero no ser una molestia.

- Para nada, Barón Lant. - le sonreí juntando mis manos en un gesto que buscaba ser encantador. - ¡Estoy agradecida con su majestad por sus cuidados!

Estaba a punto de preguntarle si había visto a Lord Farkas y a Lady Darta cuando capté el momento exacto en que su sonrisa flaqueó. Los ojos del hombre se ampliaron con un brillo intenso y un fuerte rubor se expandió por sus mejillas. Por inercia seguí su línea de visión y al voltear me percaté con gran asombro que estaba mirando a Delice.

- B-Buenas noches, señorita. S-Soy el Ba-Barón Lant, ¡Un gus-gusto conocerla! - con un tartamudeo bastante pronunciado el hombre se presentó. - ¿Cuál es su... nombre?

- D-Delice. - igual de roja que un tomate Delice bajó la mirada con una sonrisa nerviosa.

"¿Está pasando lo que creo que está pasando?"

Eran tan torpes intentando armar una conversación coherente que Evely y Cheriny se rieron por lo bajo. Lebetti se limitó a rodar los ojos y darles la espalda. Sin poder evitar sonreír divertida, les hice unas muecas a las demás para que dejáramos a la pareja a solas.

Mientras los minutos pasaban más eran los nobles que venían a conversar con nosotras. Al no encontrarse presente los emperadores, los invitados extranjeros o la Duquesa de Tuania, nos tocó a Evely y a mí ser las estrellas de la noche.

Evely estaba menos acostumbrada que yo a ser el centro de atención y le costaba seguir las conversaciones. Eran momentos como este en los que estaba agradecida de haber recomendado a Cheriny como su Dama de Compañía al siempre ayudarla a salir de cualquier aprieto y no perder el hilo de la conversación.