Capítulo 16: Banquete De Año Nuevo (parte 2)

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En una de las tantas vueltas que dimos bailando busqué a mi emperatriz con la mirada. Fruncí el ceño al no verla sentada en el trono y unos segundos después mis ojos se ampliaron de golpe por la impresión de verla bailando en toda su magnificencia en compañía de Henry.

¡Por poco y me pongo a gritar allí mismo!

De hecho, alguien lo hizo.

Me giré para ver de dónde provino el grito de emoción o, mejor dicho, de fangirl y pude ver a Darta observando emocionada a la pareja de rubios bailando, mientras ella misma baila con Lord Farkas que la sostenía firmemente de la cintura para que no se cayera, ya que la muy loca se había inclinado hacia atrás. El líder de la 6° División de Caballeros Transnacionales no pareció disgustado por la falta de atención de su pareja o sus ocurrencias. Al contrario, él también observaba a Navier y a Henry con cierta diversión en sus ojos plateados.

Mis sospechas sobre ese par solo se hicieron mayores.

- ¿Navier?

Oír la voz de Sovieshu sin la calidez con la que me estuvo hablando hasta hace poco me alertó. Volví mi mirada a él y mis temores se confirmaron al ver que su atención también estaba puesta en la pareja que bailaba a muy pocos metros de nosotros.

Lejos de algún rastro de odio, desagrado o ira como cabría esperarse de su personaje, su mirada era... desolada. No pude más que observarlo impresionada. La tristeza que bañaba los ojos de Sovieshu al ver a Navier bailando con Henry y sonriendo de manera genuina fue tal que hasta yo me sentí mal por él. Si bien Sovieshu no tenía motivos para reclamarle a Navier desde que me tenía a mí como amante, debía ser devastador ver a la persona por la que tenías sentimientos románticos no recíprocos siendo afectuosa con alguien más.

- Su majestad. - lo llamé poniendo mi mano en su mejilla para obligarlo a que me mirara. - ¿Por qué está triste?

- ¿Triste? - me preguntó confundido, ¿En serio no se daba cuenta de sus propios sentimientos? - No estoy triste. Solo estoy preocupado por la emperatriz. El príncipe Henry es conocido por ser un fiestero desobligado. Podría perjudicar su imagen al relacionarse con él.

"¿Fiestero desobligado? ¿No mujeriego?"

- Rashta piensa que es bueno que su emperatriz haga amigos. El Príncipe Henry parece ser una buena persona y desde que Rashta ya no puede hacerle compañía a mi emperatriz como en el pasado, es bueno que ella no esté sola.

Sovieshu me miró y pareció analizar mis palabras. - Parece que es mi culpa que ustedes dos ya no sean tan cercanas. Lo siento.

- N-No hay problema, su majestad. - respondí sorprendida. - La emperatriz y yo nos encontramos en buenos términos. No se debe preocupar. - reí nerviosa.

- Rashta. - me llamó. - ¿A ti te da miedo estar sola? Siempre estás comentando sobre lo mucho que quisiste una familia y sobre los amigos que perdiste. Ahora con lo que has dicho sobre la emperatriz... Me hace pensar que no deseas estar sola.

Mi sonrisa flaqueó y baje la mirada. - Sí. Siempre tuve miedo de estar sola y al final... lo estuve. - tragué el nudo en mi garganta intentando no llorar. Una mano me tomó delicadamente del mentón y me hizo alzar la cabeza otra vez. La mirada preocupada de Sovieshu me hizo sonreír. - ¡Pero ahora estoy bien! Ahora Rashta tiene una familia y muchos amigos, ¡Eso la hace muy feliz! Por eso quiero que mi emperatriz también sea muy feliz con amigos que la apoyen.

Una sonrisa se deslizó en los labios de Sovieshu. - Ese es un deseo muy noble de tu parte, Rashta.

Reí ruborizada. - Usted también, su majestad.

¡¿Soy Rashta?!Where stories live. Discover now