Detrás de ti.

384 50 2
                                    

Takemichi sabía bien algo, aunque intentara escapar él siempre iba a estar detrás suyo.

[La policía cree el asesinato de los Hanagaki fue ocasionado por la misma persona que secuestro al menor, los expertos lo catalogan como un posible crimen de odio].

— Que aburrido. — Takemichi dejo de balancear sus piernas y observo al adulto. — Prefiero ver a mi hermoso tesoro. — Las frías manos tocaron su rostro, regalando mayores caricias a la zona debajo de sus ojos. — El insomnio se muestra en tu rostro claramente.

— ¿De verdad?

— Sí, tal vez debería hacer algo para que puedas dormir. — El menor ladeo la cabeza y observo sin emoción como el adulto se recargaba en él, abrió levemente la boca y permitió que la lengua del mayor entrara en la suya y abusara de él. Fue recostado con delicadeza en la cama, procurando no apartar la vista del adulto, quien le sonrió con amabilidad después de un rato de estarlo observando. — Me alegro que dejaras de llorar y resistirte, me hace feliz que estés recibiendo mi amor completamente. — Takemichi cerro sus ojos cuando sintió que su ropa era bajada. Prefería pensar en cualquier otra cosa antes de enfrentar la penetración, por ejemplo, no sabia cuanto tiempo llevaba ahí, un día ese hombre que lo mancilla de nombre Mikey lo secuestro, creyó ingenuamente que se trataba de un fantasma, pero era un demonio que se comía el corazón y voluntad de sus víctimas. Recuerda haber suplicado y rogado, su mayor anhelo era regresar a su casa, de ver a sus padres, de estar con sus amigos, pero él no lo permitió. Lloro los primeros días. Dolía, no quería, tenía miedo, solamente quería regresar a casa, pero él se encargo de mancharlo y ensuciarlo para ya no volver a servir, reclamándolo como una bestia.

— Mamá. — Sollozo, quedito y bajito.

— ¿Dijiste algo? — Rápidamente negó, temblando de terror. — Muy bien, voy a entrar, dime si duele. — Su respuesta se ahogo en su garganta al sentir la intromisión, sintió que vomitaría, pero soporto, sabia por experiencia que por mucho que gritara que dolía él no se detendría. — Diablos, eres tan perfecto, me aprietas tan delicioso, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo tanto Takemicchi. — Cerro sus ojos mientras abusaba de él, simplemente se dejo tragar por la oscuridad, entre sueños suplicaba porque su vida también fuera tomada, al final, ese monstruo se encargo de dejarlo solo. Sabia que por más que llamara a sus padres, estos jamás acudirían a su llamado.

***

— Takemicchi, regrese.

— Bienvenido Mikey-san. —El pelinegro mayor observo con satisfacción la cadena que estaba atada al tobillo del menor.

— ¿Me extrañaste? — El ojiazul asintió con lentitud, ganándose un beso brusco de parte del mayor.

— Yo también te extrañe, la próxima semana saldremos de viaje, dime, ¿qué país te gustaría conocer?

— No lo sé, debería escoger Mikey-san.

— Takemicchi. — El menor formo una mueca ante la brusqueda con la que le tomo del cabello. — Estoy de muy buen humor hoy, no lo arruines y escoge o terminare haciéndotelo como la primera vez. — El rostro lleno de pánico del menor le lleno de gozo, mordió los labios del menor y se separó. — ¿Entonces?

— Rusia.

— Excelente. Oye Takemicchi.

— Dime.

— ¿Todavía no te acostumbras a esta nueva vida?

— ¿Qué?

— Lo digo por la ultima vez, casi lograste escapar, casi, pero bueno, soy tan afortunado de haberte encontrado tan rápido. — El ojiazul bajo la vista, no deseando recordar. — Es una advertencia Mitchy, no vuelvas a dejarme, porque pagaras todavía más caro.

— Lo sé.

— Muy bien, yo solo quiero que mi lindo Mitchy siempre sepa que estaré detrás de él, cuidándolo, siempre. Así sea en esta vida o en la siguiente, aunque tenga que ir al infierno y arrastrarme fuera de él con tal de llevarte conmigo, seria capaz de todo eso, porque tú me perteneces. Humano, demonio, fantasma, asesino, nada impedirá que yo te encuentre y reclame.

Miatake terror.Where stories live. Discover now