Sangre del Dragon-- House of the dragon

Capitulo 2

Una joven hermosa, de unos 15 días del nombre, con cabellos castaños que caían sobre su espalda de una forma tan suave, junto con esos preciosos ojos violetas, se encontraba aterrizando a las afueras de pozo dragón, Alyssa acababa de llegar a King's Landing luego de un día de viaje desde Runestone.

―Puedes irte, pero debes volver en la noche― le dijo a su dragona, esta emprendió vuelo a la para que su jinete se adentraba a la fortaleza, cuando iba de camino a sus aposentos se encontró con su querida prima junto a su esposo― ¿Rhaenyra?―se extrañó― ¿Qué haces caminando en ese estado? Deberías estar descansando, veo que acaba de nacer el niño.

―Díselo a la reina―ironizo con una mueca de dolor.

―Déjamelo llevarlo―pidió.

―No no―negó su ayuda―no le daré ese placer.

―Rhaenyra―hablo con una voz autoritaria junto con una mirada seria, la princesa heredera sabía que si no hacia lo que le estaba pidiendo su prima haría que vuelva a su habitación, claramente a la fuerza

―Está bien―se resignó―pero solo hasta que terminemos de subir las escaleras.

La menor acepto su condición, por los cual procedió a cargar al recién nacido, admirando lo delicado que se veía.

―Sigo sin saber cómo haces para que ella cumpla con todo lo que pides―alego el Velaryon, el poder de convencimiento que tenía esa jovencita sobre las demás personas era, simplemente, algo que nunca entendería.

―Es un don―aseguro altivamente―no lo entenderías jamás querido Leanor.

El antes mencionado solo rio para seguir ayudando a su esposa a terminar de subir las, para ella, interminables escalera. Es así como al llegar al final de estas, la Royce volvió a poner en brazos de su madre al bebe.

―Princesas―inclino levemente la cabeza, Sir Criston Cole. Los Velaryon-Targaryen solo se adentraron a la habitación de la reina.

―Sir Crispin―se burló la menor al pasar a su lado.

―Es Criston―corrigió el guardia real.

―Oh perdón, es que me importa tan poco, que nunca lo recuerdo―dijo antes de que las puertas se cerraran.

Cuando se adentró totalmente a los aposentos, vi a Rhaenyra ya sentada. De forma repentina el rey ingreso a la habitación alegremente.

―Que feliz noticia la de esta mañana―exclamó con una sonrisa brillante.

―Me imagino que lo dices por mi llegada, tío―ironizo mientras le sonreía al mayor, este al verla, se dirigió rápidamente a abrazarla, gesto que ella acepto gustosamente.

―Querida sobrina, que gusto tenerte aquí devuelta―aseguro sinceramente.

―A mí también me alegra verte―procedió a separarse para darle un beso en la mejilla―pero, ahora me retiro, quiero visitar pozo dragón un rato―dijo esto hizo una reverencia y salió del cuarto para dirigirse al lugar antes dicho

(...)

Alyssa se había desviado a las cocinas cuando iba de camino a pozo dragón, por lo cual, cuando llego al lugar ya se encontraban allí los hermanos Targaryen y Velaryon, junto con las personas que ayudaban a estos a domar a sus respectivos dragones.

―Hey Jace, Luke―hizo notar su presencia en el lugar― ¿Cómo están pequeños?―revolvió sus cabello amigablemente.

― ¿Y no te interesa saber cómo está tu Targaryen favorito, bonita?―cuestiono con una sonrisa el príncipe mayor.

― ¿Cómo estas Aemond?―se acercó a este, pasando un brazo por sus hombros, dejando a un Aegon, muy ofendido, detrás de ellos.

―Estoy bien, gracias Alyssa―le agradeció con una tímida sonrisa el pequeño platinado.

Cuando iba a responderle fue interrumpida por la llegara de Vermax, el dragón de Jacaerys. Al estar tan concentrada en la interacción de estos dos, no se percató de en qué momento Aegon se le había acercado por detrás.

― ¿Sabes que es de mala educación ignorar a las personas que te hablan?―susurro en el oído de la princesa―sobre todo si es a un príncipe.

― ¿Y tú sabes que es mal visto que un muchacho toque a una mujer de esa forma, sin estar casados?―remato, al sentir la mano del peliblanco pasar por su cintura―Así que aléjate, si no quieres perder la mano―amenazo mirándolo directamente a los ojos, estos dos se encontraban tan cerca que podían sentir la respiración del otro dar directamente en sus rostro.

― ¿Ah sí?―pregunto sin importancia, luego de mirar los labios de la contraria―pues no me importaría perder una mano con tal de volver a, aunque sea, rozar tu piel, dulce dragoncita―aseguro, esto de atónita a la joven, pero más que sus palabras fue su mirada la que la dejo así, esos bellos ojos azules estaban cargados de tanta sinceridad, que por un momento creyó que habían cambiado al príncipe por otro.

―Mejor cállate y concéntrate en el entrenamiento de Jace―hablo al recuperarse, aunque esta vez le hablo con una voz un poco más débil de las normal, esto debido a que todavía seguía conmocionada por la confesión.

― ¡Vermax!―se oyó el grito de Jacaerys, lo cual saco rápidamente a Alyssa de su ensoñamiento.

El dragón había desobedecido a una orden de su jinete, ese era el motivo de su exaltación. Uno de los hombres encargado de los dragones empezó a hablar en otro idioma.

―Debe mantener el dominio sobre el dragón, mi joven príncipe― tradujo una mujer―Como el príncipe Aegon lo tuvo con Sunfyre, o la princesa Alyssa con Belaerys―siguió―Una vez este unido a usted, se negara a recibir órdenes de alguien más.

― ¿Puedo decirlo?―interrogo con emoción el Velaryon, el entrenador le asintió como respuesta, el niño giro un poco su cabeza para ver a su prima, tíos y hermano con emoción, para luego dirigirse hacia su dragón con firmeza―¡Dracarys, Vermax!

El dragón cumplió la orden de su jinete, escupiendo fuego en dirección a la cabra que se encontraba allí atada, calcinándola en segundos.

―Bueno―interrumpió lo que sea que iban a decir sus familiares―me retiro, debo buscar a Belaerys.

Dicho esto se marchó, aunque, nuevamente, tomo un desvió a la cocina en busca de algo de comida.