LXXV

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"Me pregunto si aún te amo"
III

Alejandra

Hay situaciones en esta vida que me gustaría evitar, como, por ejemplo, la incomodidad, esa que siento al escuchar los comentarios hirientes que hacen algunas personas, en este caso, la madre de mi esposo.

—Deberías aprender a hacer de comer mejor—su voz como siempre sonaba con un toque de burla— mi hijo siempre llega cansado de su trabajo y el necesita una buena comida, tú siempre te la pasas todo el día en el celular, ¿Qué tanto haces?

Cómo siempre prefiero no contestar a ese cuestionamiento, pues mis padres me han enseñado he inculcado el respeto a las personas mayores, no importa que estás no se lo merezcan.

—¿Qué no escuchas que mi mamá te está hablando? —la voz fría de mi esposo me saca de mis pensamientos, no entiendo su comportamiento cuando estamos con su mamá, parece un niño mimado que se deja manera por ella, el siempre escucha todo lo que me dice su mamá y lo peor de todo es que le da la razón a ella—¡responde!

—Pues si tanto le molesta, debería de llevarle de comer usted todos los días—no me doy cuenta de mi falta de respeto hasta que siento mi mejilla arder, me han golpeado haciendo que voltee mi cara de lo fuerte que fue el golpe, indignada me volteo hacia la persona que lo hizo y lo que veo me da un gran dolor en el pecho, mi esposo, la persona que me prometió amor eterno, cuidado y respeto, me ha fallado de la peor manera, quedo congelada ante este acto, el lugar queda en un silencio estremecedor y de pronto el hombre frente a mi parece darse cuenta de lo que hizo—Perdón...yo...me hiciste enojar

—No tienes porqué disculparte hijo, ella se lo merecía por faltarme al respeto— no puedo creer que está mujer este tan orgullosa de lo que acaba de pasar.

Hay veces en la vida en la que simplemente no pensamos las cosas dos veces y actuamos erróneamente, o que simplemente escuchamos a las personas incorrectas, el amor puede cegarte y sin que te des cuenta ya estás haciendo algo de lo que después te arrepentirás.

Tal vez hice las cosas mal, tal vez no debí faltarle el respeto a mi suegra, tal vez esto no hubiera pasado, todo...fue mi culpa.

Atentamente: Donde viven las historias. Descúbrelo ahora