01

20.7K 1K 213
                                    

me encontraba en el auto, el corazón me iba a mil por hora

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

me encontraba en el auto, el corazón me iba a mil por hora. me habían informado que iba a ser la última en entrar a la casa de gran hermano.

tenia en claro que quería empezar a jugar tranquila, de a poco. conocer a mis compañeros y aliarme con los que mejor me caigan, quería ganar.

frenaron frente a una gran puerta, la pierna me temblaba y las manos me sudaban, a partir de ese momento mi vida dejaba de ser privada.

me colocaron la riñonera y el micrófono, respire hondo un par de veces y entré.

la casa ya parecía enorme, aunque chica para diecinueve personas. todos se encontraban en el patio, apenas entré aplaudieron.

me acerqué a saludar a todos, la mayoría me dieron una sonrisa y se presentaron, otros me miraron degradandome sin decirme una sola palabra.

dos segundos estuve en la casa y ya pude notar que no iba a ser fácil la convivencia durante la primera semana como esperaba.

-

daniela y julieta me acompañaron hacia la habitación de las mujeres, al ser la última en entrar no pude elegir que cama usar pero tampoco era algo que me molestaba.

dejé mis cosas sobre la cama y salí a socializar un poco, al fin y al cabo iba a vivir, con suerte, varias semanas con ellos y no quería ir al choque tan rápido.

afuera pude distinguir que estaban sentados holder, juan y martina. justamente quienes menos me cayeron bien a primera impresión.

me acerque al sillón donde, si mi memoria no fallaba, agustín y marcos se encontraban charlando.

- ¿me puedo sentar con ustedes?

ambos me sonrieron, parecían bastante copados. igualmemte no pensaba agarrar confianza en ese momento ni en un futuro, tenía bastante en claro que para ganar un juego de la magnitud de gran hermano debía ser egoísta.

- más vale, prima

me respondió quien yo creía que era marcos, tenía una tonada bastante linda. les sonreí y me senté al lado de agustín.

- ¿colo, vos de dónde sos? - me preguntó el de poca contextura física.

- de rosario, me mude para acá para poder estudiar psicología -

- uh a ver, prima, analizame -

no se porqué pero lo mire de arriba a abajo, claramente no de forma denigrante como anteriormente me habían hecho a mi. fue un acto involuntario.

- es mucho más complejo - dije sonriendo, él me devolvió la sonrisa asintiendo

en ese momento desvíe la mirada y pude ver como los tres que anteriormente dije que estaban afuera miraban hacia adentro mientras hablaban entre ellos.

- ¿qué les apuesto a que esos tres nos están bardenado a todos?

ambos giraron su cabeza en la dirección que les señalé.

- ¿ya?

- apenas llegué y me miraron mal los tres, no me sorprendería que ya estén pensando en enfrentarse con los demás

- no se eh, recién entramos - dijo marcos acomodandose el pelo

- te apuesto lo que quieras a que es como digo. eso sí, acordate de mi cuando les salga todo mal, no es momento para empezar a jugar los primeros días, quedas muy expuesto

- ¿lo que yo quiera? - preguntó en un tono chamuyero

- ¿de todo lo que te dije te quedaste con eso? pero sí, lo que vos quieras

- bueno a ver si la cortan, que yo también estoy en la conversación - dijo agustín claramente jodiendo, los tres reímos ante aquello

claramente no buscaba relacionarme con alguien en aquel momento, principalmente porque era muy reciente todo. tampoco iba a negar que marcos es un chico muy lindo, como también eran otros de la casa, tenía en claro que iba a estar con alguno por necesidades básicas pero tampoco pensaba apresurarme.

tiempo al tiempo son las cosas, precipitarse no lleva a cosas buenas.

con ambos chicos seguimos charlando de cosas triviales, incluso se nos unieron julieta y lucila. poco tiempo después nos fuimos a acostar, sin saber claramente la hora que era.

amor en juego | marcos ginocchio Where stories live. Discover now