Podría tener una erección, pero, finalmente no estaba logrando nada. Continuó tomando su miembro mientras fruncía el ceño y sentía bajar algunas gotas de sudor por su frente.
No estaba ni cerca.
Observó las velas, aún intactas, con el fuego precipitándose y la cera derritiéndose en las orillas. El dulce aroma de las velas inundó su habitación, podía sentir el aroma en cada parte de su cuerpo, como si lo estuviera rodeando.
Frutos rojos. Apretó su polla más fuerte, mientras seguía acariciándose. Sintiéndose sin motivo aparente cada vez más caliente. Cerró los ojos, mientras acariciaba su punta y enviaba su mano restante para acariciar su saco. La habitación tomó una energía pesada, cerró aún más fuerte los ojos, se sentía especialmente cerca por primera vez.
Entonces, toda la energía pesada se fue. Yeonjun tuvo la necesidad efímera de abrir sus ojos. Y lo hizo. Tan lentamente, que incluso cuando notó a una bonita figura frente a él, no fue capaz de abrir sus ojos asustado. Su reacción más natural y humanamente posible fue parpadear lentamente.
La bonita figura se hizo visible. Y para tortura de Yeonjun, estaba demasiado lejos aún, las velas no le hacían justicia, pues no detallaban la curvilínea figura. Las velas parecían no hacer mucho efecto iluminando en ese momento.
Yeonjun se dio cuenta de que no se podía mover. La bonita figura apagó una de las velas. Yeonjun debió haber sentido miedo. Mierda, había invocado a algo de lo que ni siquiera estaba seguro si saldría ileso. Yeonjun empezó a plantear su decisión.
Estúpido, estúpido, estúpido.
Alzó la mirada, aunque primero se tomó el tiempo apropiado para detallar las largas piernas blancas, un abdomen tallado, pezones que se alzaban en forma de saludo. No había rostro, las velas no iluminaban lo suficiente para verlo.
Yeonjun quería verlo, porque, si iba morir, al menos iba a morir a manos de un ser precioso.
—¿Por qué estás tan asustado?—la voz pesada y elegante del demonio, o lo que sea, retumbó dulcemente en la habitación.
Yeonjun sintió su punta soltar presemen. A pesar del inicial índice de miedo, seguía jodidamente empalmado.
Y honestamente, era culpa del demonio poder seguir con aquella erección sin ningún tipo de toque.
Yeonjun no se movía, se sentía encadenado en donde estaba sentado, esperando como un cachorro bueno a que su amo le dé órdenes.
Debían pagarle antes de que él quisiera desafiar a lo que fuera que tiene al frente.
—¿Por qué no me constestas?—preguntó de nuevo, Yeonjun tembló.
Mierda, su voz solo lo excitaba más. Miró hacia su polla, sobresaliendo por debajo de la tela de su pantalón. El demonio debe haber notado cómo estaba.
Tomó un aliento, una clase extraña de respiro que quedó atorado en su garganta.
No encontraba palabras para hablar.
—¿Me tienes miedo?
Yeonjun lo pensó rápidamente. Sí, tenía miedo. Pero también quería meterse en ese bonito cuerpo.
¿Eran siquiera esos dos pensamientos compatibles?
El demonio tomó una de las velas, de aquellas totalmente rojas, caminó con ella hasta estar a centímetros de Yeonjun. Yeonjun sintió esta energía imponente que exhudaba confianza. Yeonjun tembló.
Entonces, el demonio se agachó hasta frente a sus ojos.
Y Yeonjun se preguntó si eran los humanos simplemente muy feos o los demonios eran simplemente muy bonitos. Porque el demonio no solo era bonito, si no que sus ojos oscuros lo cautivaron por completo, no expresaban nada, pero Yeonjun podía sentir que estaba viendo su propia alma a través de ellos. Con una nariz respingada y pequeña, labios abultados en un leve puchero, con tonalidad rojiza. Y un cabello largo, que se veía sedoso, completamente rojizo.
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no satisfaction ○ yeongyu
FanfictionYeonjun está cansado del sexo. Bueno, no exactamente del sexo. Sino, del sexo incipiente y sin sabor que conseguía con sus amantes. Nada nuevo, sin sentido. Él quería sentir el sexo de forma más atroz, como si le quitaran el aliento de un solo suspi...
