—¿Por qué habíais venido a mi casa esta mañana? — dije cambiando de tema.
—Porque en un mes Erika se casa y quiere que la pintes — dijo Sandra —. Y ella no se atrevía a ir sola.
—No quería ponerte en ese aprieto — me dijo Erika.
—¿Qué aprieto? Si es trabajo para mí.
—¿Ves? Te he dicho que no le va a importar — dijo Sandra.
—Lo único, que sería en Canarias.
Espero que por alguna casualidad Jordi no esté en Canarias en esa fecha. O que no se conozcan.
—No importa, Erika. Me muevo a donde haga falta. Bueno, vamos a empezar, ¿quién quiere ir primero?
—Yo misma — dijo Sandra.
Empecé a maquillarla mientras Erika miraba. Tras un rato maquillando a Sandra, empecé con Erika. Aun me quedaba tiempo.
—Se acaba de adelantar la pasarela, en 30 minutos tenéis que estar en vestuario — nos dijo una de la agencia entrando al camerino.
—5 minutos y termino. Está casi.
—Sin prisas Abril, te queda media hora — me dijo Sandra.
Mi móvil empezó a sonar, no sabía quién era. Solo se me ocurría preguntarle a Sandra.
—Sandra, ¿quién llama?
—Darío, ¿le contesto?
Y sin yo decirle nada, contestó.
—Soy Sandra. Abril está ocupada.
—Ahora te llamo cariño — dije quitándole mi móvil a Sandra.
—Sandra, te dije que miraras quien era, no que contestaras — le dije yo.
—Perdón.
¿Sandra me acababa de pedir perdón?
—¿Quién eres tú? ¿Dónde está Sandra? — le dije entre risas.
—La Sandra que tú conocías se ha quedado en el psicólogo.
¿Esto es en serio?
—¿Vas al psicólogo? ¿Desde cuándo?
—Desde que viniste a mi casa a decirle a Ruth y a Víctor que estabas embarazada. Mi hermana les contó a mis padres mi reacción y me obligaron a ir.
—Bueno, Erika, ya estás — dije cambiando de tema.
Las dos salieron del camerino y yo me quedé limpiando las brochas y guardando el maquillaje. Una vez terminé, llamé a Darío.
—Darío, ¿para qué me habías llamado?
—Para ver como ibas con Sandra.
—Ya puedes venir a buscarme, ya he acabado — dije sin sacarme las últimas palabras de Sandra de la cabeza.
—Abril, ¿qué pasa?
—Sandra me acaba de decir que va al psicólogo — dije sin creérmelo.
JORDI
—Bueno, ¿qué hacemos? — dije yo ignorando lo que acababa de pasar.
—Yo me subo a pintar y os dejo solos — dijo Luna entre risas.
—Anda tira — le dijo su madre.
—¿Quieres estar a solas conmigo? — dije sorprendido.
—Sí, pero no por lo que tu piensas — dijo Bea entre risas.
ESTÁS LEYENDO
Una vida a tu lado (2) ✔️
Teen FictionSegunda parte de amor prohibido. Tu amor prohibido se convirtió en tu gran amor, pero no todo va a ser tan sencillo... Sin darte cuenta le estás haciendo daño a terceros, pero no lo admiten. Quieres centrarte en tu futuro pero el pasado no deja de d...
Capítulo 17 "¿Amigas?"
Comenzar desde el principio