Capítulo 8 ''Demonio de la muerte''

Start from the beginning
                                    


¿Pero qué demonios le pasaba? ¿Cómo se le ocurría acordar algo semejante así tan de repente y sin pedir mi opinión al respecto primero?


Kriss seguía tan imbécil como siempre.


-¡Espera! -lo detuve justo antes de que colgara.


-¿Qué pasa?


-¡Pasa de todo, imbécil! Pero eso ya es otro asunto... -murmuré -. Antes de que tú me llamaras, tenía pensado llamarte yo a ti.


-¿Y eso? -cuestionó intrigado.


-Quería preguntarte acerca de algo... aunque ahora que tienes pensado llevarme a tu casa, será mejor que te lo muestre personalmente.


-¿Mostrarme el qué?


-Ya lo verás.


-No. Dímelo -demandó saber.


Sin entender muy bien por qué, se lo acabé contando obligado por una fuerza desconocida.


-Entiendo -asintió sin ninguna emoción en su voz -. Cuando estemos en mi casa, enséñame ese dibujo y dame más detalles de lo que ocurrió.


Jodido Kriss... ¡había vuelto a usar ese sucio truco de manipular mi mente en contra de mi voluntad!


-Sí, cómo sea, adiós -respondí cortante y acto seguido colgué la llamada.


Suspiré y me dejé caer en la cama.


¿Así que ir a casa de Kriss, eh? Me pregunto... ¿estarán los demás o solo estaremos nosotros dos?


Espero que lo primero, por qué no creo que aguante estar tanto tiempo a solas con él... otra vez.


Decidí dejar de pensar en todo aquello, o mejor dicho, en Kriss, y fui al ropero dónde acabé escogiendo la primera cosa que encontré.

Finalmente bajé las escaleras con el móvil en la mano y en la otra el cuaderno de la clase de arte y me despedí de mi padre avisándole que volvería antes de las 12 a.m a casa.


Una vez fuera, me dediqué a esperarlo mientras jugaba una pequeña partida del tetris en el móvil, juego que por cierto, se me daba terriblemente mal, aunque no tanto como el puto buscaminas.


Justo cuando iba a mandarle un mensaje a Kriss exigiéndole que se apresurara, este mismo apareció en su coche. Me dedicó una sonrisa socarrona y bajó de su BMW.


Hice mueca de disgusto.


Maldito pijo.


-¿Te hice esperar mucho?


-¡No, que va, para nada! -exclamé sarcástico y con una sonrisa falsa -. Imbécil.

Sueños Distorsionados (Yaoi/Gay)Where stories live. Discover now