Jimin (Minji Mau) es un ladrón de joyas muy hábil.
Jungkook es el príncipe heredero al trono.
Un encuentro casual que afectará a ambos y una joya en común.
No se permiten copias ni adaptaciones de mis historias.
Llegó el día de la boda en la playa, y Jungkook vio que Jimin estaba triste.
-¿Qué te pasa, amor?
-No entiendo por qué Hobi no puede cerrar el bar unos días para venir a nuestra boda. Es como un hermano para mí.
-Bueno, tranquilo. Desde que están juntos, Jin también me tiene abandonado.
-Kookie, ¿crees que los testigos vendrán?
-Estoy seguro. - Dijo Jungkook sonriendo.
Los chicos se dirigieron a la playa, donde el juez los esperaba.
-Buenos días, señores. ¿Dónde están sus testigos? - Preguntó el juez.
-No tardarán mucho. Cosas del tráfico. - Dijo un tranquilo Jungkook.
Jimin no entendía nada. Jungkook parecía feliz, aunque Jin no había venido a la boda, y él extrañaba tanto a Hobi en un día tan especial.
Jungkook vio dos siluetas acercándose a ellos y sonrió.
-Aquí llegan los testigos, señor. - Dijo Jungkook.
Jimin miró hacia las siluetas, y enseguida reconoció a una. Miró a Jungkook y éste sonrió.
-¡Sorpresa! - Dijo Jungkook con una gran sonrisa.
-Tú lo sabias. - Dijo Jimin.
-Él ha sido nuestro cómplice. - Dijo Hobi mientras abrazaba a su amigo.
-Pensé que no vendrías. - Dijo Jimin.
-¿Cómo iba a faltar en un día tan especial? - Dijo Hobi.
-Gracias por venir, Jin. - Dijo Jimin con lágrimas en los ojos.
-No me llores ahora, gatito. Hoy es un día de felicidad. - Dijo Jungkook mientras limpiaba con sus dedos las lágrimas de Jimin.
Después de la ceremonia en la playa, los cuatro chicos comieron en un restaurante que previamente Jungkook había reservado. Fue una boda sencilla e íntima, pero llena de amor.
-Mañana nos vamos de viaje. - Dijo Jungkook.
-¿A dónde?
-A Los Ángeles. A celebrar nuestra luna de miel.
-¿Y los gatos? No los puedo dejar solos.
-Hobi y yo nos encargamos de ellos hasta que regreséis. No te preocupes por eso. - Dijo Jin.
-Sabes que los cuidaré bien. Sé lo importante que son para ti. - Dijo Hobi.
Después, Jin y Hobi se fueron al apartamento que habían comprado, ya que se quedarían en Hawaii con ellos. Jimin y Jungkook volvieron a su apartamento.
-Cierra los ojos, gatito. Y no los abras hasta que yo te lo diga.
Jimin cerró los ojos, y sintió algo frio en su cuello.
-Ahora puedes abrir los ojos.
Jimin abrió los ojos para descubrir que Jungkook le había colocado un precioso colgante de un gato sobre una luna (foto al final del capítulo).
-Kookie....
-¿Te gusta?
-Me encanta. Gracias.
-Es un gatito, como tú. Lo vi y me recordó tanto a ti que tuve que comprarlo.
Jimin besó a Jungkook mientras le quitaba el traje. Jungkook desnudó a Jimin con mucho cuidado, y lo tumbó en la cama, donde comenzó un camino de besos húmedos, desde su cuello hasta su abdomen, mientras sus manos jugaban con sus pezones. Llegó al abdomen y bajó por sus piernas hasta sus pies, para luego subir, lentamente, hasta sus muslos. Lamió la entrada de Jimin, mientras su mano acariciaba su miembro.
Jungkook chupó sus dedos y comenzó a introducirlos, uno a uno, mientras Jimin se retorcía de placer. Subió y besó a Jimin mientras se enterraba en él, con estocadas lentas pero certeras, llegando a su punto dulce y acelerando el ritmo, hasta que ambos se corrieron.
Jimin giró a Jungkook y chupó sus dedos que, uno a uno, fueron entrando en Jungkook. Jimin movía los dedos haciendo círculos en su interior, mientras Jungkook emitía gruñidos y gemidos.
Jimin entró en Jungkook con fuertes embestidas, mientras su mano se movía a lo largo de su pene, llevando a Jungkook al límite, lo que hizo que se corriera en la mano de Jimin, mientras las paredes de Jungkook hacían estragos en el miembro de Jimin, que se corrió dentro de él poco después.
-Te amo, Jimin. Te amo como nunca creí que podría amar.
-Y yo a ti, mi cachorro, mi príncipe, mi rey.
-Mi gatito bello. Me cazaste, pero bien cazado.
-Yo no tengo la culpa de ser irresistible. - Dijo Jimin sacando la lengua.
-Eres totalmente irresistible y muy, muy sexy. Aquella primera vez en el bar, realmente me volviste adicto a ti. Tienes unos labios que incitan al pecado. Ellos eran mi gran tentación, cada vez que te tenía cerca, y los extrañaba cada vez que no te veía.
Jimin sacó la lengua y se chupó los labios para luego morderse el labio inferior.
-¡Gatito travieso! Eso es trampa.
-Miau. - Dijo Jimin y empezó a ronronear.
-Definitivamente, eres un gatito muy travieso, pero me encanta.
Jimin sonrió y besó muy dulce a Jungkook mientras acariciaba su cabello.
-Kookie, jamás pensé que alguien me haría el amor ni que yo se lo haría a alguien, pero tú me enseñaste que es posible, y que amar merece la pena.
Jungkook abrazó a Jimin y se quedaron dormidos.
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Colgante de gato en la luna que Jungkook regala a Jimin.
