Capítulo 7: Temperamento explosivo

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-¡Eh, eh, eh! -exclamo viendo cómo pretendía irse Ellie a comer las galletas de chocolate. Sujeto su muñeca con fuerza y la regreso a mi lado-. Tú y yo tenemos que encontrar a tu hipotético rubio, no me voy de esta fiesta sin verle y que os conozcáis.

-Solo si antes me cuentas que ha hecho el idiota de los cuchillos -murmulla en mi oído con expresión de enfado aunque con las mejillas sonrosadas-. ¿Por qué llorabas?

-Simplemente no sé encajar bien que no a todo el mundo le puedo caer bien -suspiro apoyándome en una columna.

-Mel, tú eres un sol andante. Das luz a todo lo que se pone a tu lado, hasta las plantas se ponen felices a tu lado.

-Bueno, pues algo de mí no le convence a Riven -contesto con los brazos cruzados a su halago. Su bonito rostro se contorsiona en una mueca de incredulidad-. No vamos a darle más vueltas.

-Esta conversación no queda aquí -dice la castaña molesta. Vuelvo a suspirar llena de cansancio, de rabia y de tristeza conmigo misma-. Melody Haaly, por todas las hadas. ¡No te voy a permitir que en tu primer día estés con ese puchero lastimero por ese macarra!

-No es por él, es por mí. Creía estar haciendo lo correcto al ser amable porque me ayudó a encontrar a Musa -le explico con la cabeza gacha-. De todas maneras, ya está. No me lo voy a encontrar muchas veces más, siempre puedo ignorarlo en caso de que pase a mi lado o yo al suyo.

-Es lo mismo.

-También es verdad. -Ella suelta una pequeña carcajada contagiosa-. Sé que tú crees que la afortunada en esta amistad de tantos años eres tú pero las dos sabemos que, en realidad, lo soy yo por tenerte. -Le doy un abrazo de oso, esos fuertes que cortan la respiración. Para cuando me pide con golpecitos en la espalda que la baje veo una cabellera rubia justo en la otra punta del salón, enfrente nuestra-. Bien, tu rubito ha aparecido.

Ellie se gira rápidamente a mirar hacia donde señalo con la cabeza en un gesto triunfante. Paso uno, completado. Encontrar al rubiales que le ha robado el corazón a mi amiga. Paso dos: que hable con él. De momento está en una especie de trance, observando cómo bebe un líquido rosado -¿ponche mágico, quizás?- y lidiando con no babear para no manchar el suelo. En eso último exageré pero es muy cómica la escena. La luz de sus ojos se ensombrece de repente y miro al chico para ver el por qué de ese cambio.

Bloom, la inquieta chica pelirroja de antes, charla animadamente de nuevo con Sky, quien solo tiene ojos para ella. No es lo que parece, no puede ser. A mi amiga no le quitan el novio, eh...El problema es que no tengo la valentía como para ir allí y cantarle las cuarenta, además de que sería injusto para él porque no conoce la maravilla que es Ellie.

-No te pongas paranoica -le advierto-. Nada más están hablando, como vas a hacer tú.

-Me niego a ir.

-Vas.

-Que no, Mel.

-Que sí, Ellie.

Si a través de sus afilados ojos pudiese, yo que sé, lanzar fuego, ahora mismo sería ceniza. No quiere ir, esto no entraba en los planes. Está insegura por culpa de Bloom, maldita sea. ¿Por qué tenía que aparecer? No he terminado de intentar buscar respuesta a esa pregunta cuando se le acerca a la pareja la princesa purpurina a molestar. La cara de Bloom es un poema y se apresura a marcharse del lugar. Sky parece molesto con Stella, ella le habla pero el rubio corta la conversación dejándola con una mueca de desagrado y algunas personas a su alrededor aguantando la risa en sus gargantas.

-La vida es una mierda -escucho que dice alguien por detrás mía.

-¡Oh, hola Sam! -saluda Ellie poco entusiasmada, No creo que sea por el guapo moreno con sonrisa brillante que ha salido de la pared.

·𝑬𝒎𝒑𝒂𝒕𝒉𝒚 & 𝑰𝒍𝒍𝒖𝒔𝒊𝒐𝒏𝒔 ·  ✨ꜰᴀɴꜰɪᴄ ꜰᴀᴛᴇ: ᴛʜᴇ ᴡɪɴx ꜱᴀɢᴀ✨Where stories live. Discover now