𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 5 | 𝗟𝗮 𝗠𝗮𝗿𝗶𝗽𝗼𝘀𝗮 𝘆 𝗲𝗹 𝗟𝗼𝗯𝗼

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Cuando el Emperador leyó todo esto supo que algo estaba mal ya que se le había informado erróneamente que la princesa había perdido todos estos casos y fue cuando investigo más que descubrió que el hombre a cargo del equipo medico había estado mintiendo en los informes para perjudicarla y ella había estado haciendo todos estos informes para usarlos como una salva para no ser enviada a casa. El Emperador estaba, por decir lo menos, muy enfadado y condeno al hombre a muerte sin pensarlo dos veces y le dio a su hija la responsabilidad del equipo medico del ejercito.

Todo el asunto le hizo sentir a él un gran respeto por la segunda princesa, ahora no solo por ser hija del emperador si no que la respetaba como profesional médico, pero fue en su tercer encuentro lo que hizo que la respetara como mujer. En una de las batallas mas duras el termino gravemente herido en medio del campo de batalla, no había nadie a su alrededor que no fuera ya cadáver, se sentía pesado y débil, pensó que era por la perdida de sangre, pero no pudo procesar mas porque de inmediato vio negro y se desplomo en el suelo.

Todo a su alrededor estaba oscuro y no podía abrir los ojos, sentía como el frio le recorría todo el cuerpo hasta que sintió como poco a poco la calidez llegaba a el seguido de un gentil toque seguido de una dulce voz que no paraba de darle palabras de ánimo para que despertara y apenas el sintió como recobro un poco de su fuerza le hizo caso a esa gentil voz y lo primero que vio fue una mariposa, la más hermosa de todas.

—¡Que alivio Duque Phantom, esta despierto! —exclamo la princesa con una gran sonrisa llena de alivio —

...Princesa... —murmuro mientras intentaba mover sus brazos y piernas, quería levantarse y ofrecerle sus respetos a un miembro de la familia real, pero sintió como era detenido por los hombros —

—No se levante por favor, aun hay veneno en su sistema —dijo rápidamente haciendo que se volviera a acostar —

¿Veneno? ¿Me envenenaron? —logro preguntar sintiendo la garganta seca por la falta de agua—

La princesa noto rápidamente su malestar y le aproximo a su boca un poco de agua en un cuenco de madera del que bebió sin pensarlo dos veces calmando así su sed.

—Si Duque, la espada que lo lastimo estaba impregnada de un veneno muy potente—explico la princesa—Logre sacar la mayoría de su sistema y atender sus heridas, pero me temo que le tomara unas horas mas el pararse para volver al campamento

Fue ahí cuando se dio cuenta que no estaban en una carpa del ejército, estaban en una cueva, lejos del campo de batalla, pero se alcanzaba a ver humo a lo lejos por lo que dedujo que el campamento de Arbezela estaba ahí. La princesa le explico que cuando ella y el equipo medico termino de evacuar a todos los heridos noto que el no estaba y por eso fue sola a buscarlo dejando ordenes de como atender a los heridos y fue ahí cuando lo encontró desplomado en el piso, pero al estar tan lejos del campamento y reconocer el veneno prefirió llevarlo a un sitio seguro para atenderlo antes de regresar, de ahí que estuviera en una cueva.

¿Por qué se arriesgó tanto por mi? —le pregunto desconcertado—

La princesa solo miro el fuego de la fogata sin dignarse a mirarlo hasta que dejo salir el aire de sus pulmones y giro su cabeza para mirarlo a los ojos.

—Usted le juro lealtad a la corona para pagar las deudas de su familia ¿no es así? —el solo bajo un poco la mirada, ella había dado en el clavo — Fue por eso que lo hice, no puede dejar a su familia desamparada con semejante peso, usted está aquí porque ama a su familia y eso puedo entenderlo —le aseguro mirándolo a los ojos, tenía una mirada dulce y nostálgica—Así que, por favor, termine de descansar, yo cuidare de usted

El no supo que decir, se sintió muy cohibido al ver la dulce mirada y sonrisa en el rostro de la princesa que siempre permanecía serio y frio con los demás, pero ahora, parecía una dulce joven dispuesta a todo con tal de ayudarlo y eso lo conmovió mucho. No pudo cumplir el pedido de la princesa de volver a dormir ya que siguió hablando con ella hasta el sol volvió a surcar los cielos, hablaron de tantas cosas esa noche como si no fueran dos extraños, parecían amigos de toda la vida.

Ella lo ayudo a pararse y recobrar los sentidos apenas el veneno dejo su cuerpo y regresaron juntos al campamento sobresaltando a mas de uno que los habían dado por perdidos. La noticia se extendió rápidamente y mientras que la princesa terminaba de atenderlo fueron interrumpidos por el mismo Emperador que irrumpió en la carpa abruptamente y sin pensarlo dos veces abrazo a su hija delante de todos. Esto a el no le extraño mucho ya que pensó que era algo lógico viniendo de un padre preocupado por su hija, pero al ver el rostro de la princesa supo que esto no era normal para ella.

Estaba con los ojos abiertos de la impresión, rígida sin corresponder el abrazo y hasta diría que un poco pálida por la muestra de afecto, pero no lo separo ni nada, es más, hasta parecía que siquiera había terminado de procesarlo todo y a partir de ese momento muchas interacciones entre la princesa y el emperador comenzaron a cambiar. El no era frio con ella y hasta le hablaba con cariño dándole uno que otro abrazo sorpresa aun cuando la joven estaba aún un poco repelente por esto, pero no se quejo de esto y no es como si tampoco le desagradara ¿Cómo lo sabía? Porque ella misma se lo dijo.

Desde ese momento los dos se volvieron amigos, siempre hablando cuando podían en persona, pero su mayor método de comunicación eran las notas que se dejaban en sitios que el otro sabia que encontraría, era como un juego del escondide perpetuo donde el sitio mas común para dejar las notas eran las mangas de sus uniformes ya que cada vez que pasaban al lado del otro, pero no podían hablar se dejaban las notas ahí sin que nadie los viera y así se la pasaron hasta que la guerra termino.

El cogió la costumbre de llamarla en sus notas bella mariposa aun cuando ella le había dicho muchas veces que no le dijera así pero no podía evitarlo, sentía que con ese apodo la estaba tratando como la dama que era. Ella siempre le aseguro que el recibirá el emblema del honor y no se equivocó, pero jamás espero que ella se lo diera, fue una muy grata sorpresa y no pudo evitar besar la mano que le salvo la vida ante los ojos de todo el imperio y agradecerle todo lo que hizo por él.

Sin saber porque puso su mano sobre el emblema del honor que antes la segunda princesa le había puesto sintiendo que algo sobresalía, era un papel. Sin dudarlo y sin ser visto lo saco y vio que era una pequeña nota que no dudo en abrir.

Querido Amigo ten cuidado, eres asechado por una bestia peligrosa. Por favor, ven a verme cuando puedas y no seas derrotado por tan terrible enemigo.

—¿¡...!?—contuvo su expresión preocupada de la vista de todos mientras guardaba rápidamente la nota para analizar el contenido—

¿A que se refería con ser asechado por una bestia peligrosa?

—Duque Phantom —al escuchar la voz femenina a sus espaldas se giro para ver ante sus ojos a la Primera Princesa de Arbezela—

Cuando la tuvo delante y vio su mirada supo de que hablaba la princesa Yvie, los ojos de esa mujer eran de una mujer llena de lujuria y deseo hacia el lo que lo hizo sentirse asqueado y degradado ¡Lo miraba como si solo fuera un trozo de carne con piernas! Ahora sabia cual era el peligro del que le advirtió su amiga.

—¿Me permitiría unas palabras con usted en privado? Necesito hacerle una propuesta que estoy segura que no va a rechazar~

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Emperatriz | FinalizadaWhere stories live. Discover now