¡Quiero A Mi Esposo De Vuelta! (BingQiu)

Capítulo 3: Estás A Salvo

Esta fue una de las tantas terribles experiencias que llevaron a los traumas que Binghe tendría en un futuro.

Miedo al rechazo y al abandono.

Aquellos miedos, pese a siempre estar a su lado día tras día, nunca se eliminaron por completo.

A Shen Yuan le importaba muy poco que se trataran de menores de edad. Él haría lo necesario para mantener a su esposo a salvo.

- Si no tienen nada mejor que hacer que culpar a otros de sus problemas entonces esfúmense antes de que decida exterminar hasta el último de ustedes.

La clara amenaza de muerte fue entendida de inmediato y los niños corrieron tan rápido como sus temblorosas piernas se lo permitían, gritando del terror y pidiendo disculpas mientras se alejaban.

Luo Binghe observó todo el intercambio desde el suelo. No había dejado su posición desde que la espada se desplegó por primera vez. Sus ojos seguían clavados sobre aquel hombre cuya belleza gélida, rodeada de un aura de magnificencia y elegancia lo hacían denotar imponente. Debido a las habilidades que demostró no le cupo ninguna duda de lo poderoso que era. Casi se sintió indigno de admirarle.

Cuando la fría mirada del cultivador se posó sobre él no pudo evitar temblar con algo parecido a la expectación. Recostado sobre el suelo se preguntó si debería huir para no ser destruido cuando pasó lo impensable.

- ¿Luo Binghe? - aquella gélida expresión en los ojos del cultivador se convirtió en angustia y la imponente voz, en una más suave que denotaba cariño.

El pobre niño amplió los ojos ante la sorpresa.

Shen Yuan enfundó a Xiu Ya y sin perder tiempo se aproximó al pequeño niño frente a él para arrodillarse a su altura. Con cuidado lo tomó por los brazos ayudándolo a levantarse, su corazón rompiéndose al verlo lleno de suciedad y heridas, palideciendo al ver la sangre fluyendo de una herida en su antebrazo izquierdo. El hermoso rostro magullado con ojos llorosos y la ansiosa mirada que le dirigió terminaron por destruir por dentro a Shen Yuan.

- G-gracias. - una débil y quebradiza voz emergió de los labios agrietados de Luo Binghe, quién, pese a los intentos de Shen Yuan por detenerlo, terminó haciendo una reverencia a su persona. - Este humilde está en deuda con usted.

"Justo como su madre adoptiva... ¡Espera! ¡No es momento para tener modales! ¿Cómo es posible que te arrodilles en ese estado? ¡Preocúpate más por ti, Binghe!"

- No me debes nada.

Ante sus palabras, el niño se estremeció y comenzó a temblar sin control. Sus maltratadas manos apretaron la tela de sus pantalones y bajó la cabeza al borde del llanto.

Sorprendido por la inesperada reacción Shen Yuan quedó sin palabras.

[¡Querido usuario, será mejor que diga algo! El protagonista masculino está al borde de una crisis nerviosa Σ(っ °Д °;)っ]

"¡Lo haría si supiera por qué Binghe reaccionó de esta manera!"

[Querido usuario, ¿No lo entiende? Luo Binghe es hijo de una pobre lavandera, el peldaño más bajo de la sociedad solo por encima de los esclavos. Siendo acosado a diario y teniendo la mentalidad de ser inservible, si usted, un poderoso cultivador, niega su voluntad para devolver el favor es como decirle que no espera que sea capaz de hacerlo. No poder devolverle el favor a tu salvador... ¡Eso heriría el corazón de cualquiera! (；′⌒')]

Esa manera de pensar no estaba equivocada. Ciertamente Binghe demostró en repetidas ocasiones lo devastado que se sentía al no poder compensarlo o retribuirle de alguna manera.