Su comentario no me causó nada de gracia, todo lo contrario, sentí que un nudo se formaba en mi garganta.

—¿Cómo puedo saber qué libros sacó otra paciente?

Tensó su mandíbula e incómodo miró al guardia detrás de él.

—La computadora de la biblioteca es una mierda —fue lo único que dijo antes de irse.

No puedo hacerlo sola.

Creí haber cerrado esa etapa hace tiempo pero volví al principio, sin pruebas y con miles les preguntas.

Giré y a la lejanía estaba Conrad teniendo una plática animada con la hermana encargada del lugar, ese tonto me dejó para coquetear con la mujer.

Solté un falso estornudo ganando su atención, rodó los ojos y se despidió de la mujer haciéndola reír, manteniendo la distancia prudente nos escondimos en los estantes del rincón.

—Necesito saber qué libros sacó mí compañera Sasha.

—Y me lo dices porque soy amigo de la secretaria —asentí cautelosa—. Tengo una condición.

—Aceptaré sin cuestionar.

—No vuelvas al bosque.

—¿Cómo es que—

—Mañana te traeré lo que necesitas —interrumpió volviendo a dejarme con las palabras en la boca.

Con el libro firmemente agarrado, salí de la biblioteca.

Ragen debió contarle, no existe otra explicación.

Un molesto dolor se hizo presente en mi frente evidenciando lo estresada que todo este lío me mantiene, prefiero aguantar antes de ir con el médico.

Entré a mi habitación y caí sobre el colchón.

Revisando el libro con detenimiento vi algunos apuntes que Sasha dejó, mencionaba tener tres meses y que el padre aún no lo sabía. Al cuarto mes después de mí llegada ella le contó la situación pero no le fue como esperaba, en cada trazo escrito reflejaba su preocupación.

"Me agobia saber que soy la única contenta con tu llegada, él está molesto y para empeorar todo Jaina nos vio teniendo sexo. Debo hablar con Kenia y comunicarle mi decisión, pondré fin a este maldito amorío, me quedaré con él y seremos una familia feliz"

Estoy segura de que esto pasó el mismo día que falleció pues es la última nota escrita, continúe revisando el libro hasta que algo más llamó mí atención.

Se trataba de un suceso ocurrido antes de mí llegada al lugar.

"Otra vez se salió de control, Frank y Ragen pelearon y todo por culpa, no debí abrir la boca para no involucrarlo, me asusta, Ragen me amenazó al igual que Orlan, entre todos esos malditos el que es capaz de todo es aquél pelinegro"

Cerré el libro y en silencio salí hasta el jardín evaluando la situación, el aire frío se apoderaba del ambiente llenándolo de una frescura nítida, busqué con rapidez una banca lejana y tranquila.

El crujido característico de la nieve bajo los pies se mezclaba con el silencio, cada paso que di dejaba una huella profunda en la nieve, marcando el camino por el que había transitado, una suave capa de nieve cubre cada rincón, hoja y rama con su manto blanco.

RagenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora