Él asintió y después fijo su vista en la ventana, volvió a girar su cabeza hacia nosotros y hablo.

—¿Alessandro? —pregunto al verlo—. Has regresado, ¿cómo está tu madre?

—Creo que es momento de irnos Chiara —dijo Alessandro.

—¿Chiara? Oh si Chiara, tu esposa, perdona se me van las cosas algunas veces —por un momento la memoria del señor Vittorio regresó—. Por favor traigan a mi nieto la próxima vez.

—Lo haremos, ahora debemos irnos papá —contesto Alessandro.

Después de aquello nos despedimos del señor Vittorio para regresar a casa.

—Siento mucho si estás enojado por decirle a tu padre que regresaríamos.

—No se preocupe señorita Martini, no estoy enojado por ello. De hecho creo que ha sido una buena idea el plan de sembrar semillas con él, le vendrá muy bien a mi padre. Lo hará muy feliz.

—¿Entonces vamos a regresar?

—Si.

—¿Su prometida lo sabe? ¿No se enojará si me ve junto a usted visitando a su padre?

—A Carina nunca le interesó la idea de visitar a mi padre, odia las casas de reposo.

—¿Por qué las odiaría? Solo hay en ellas personas que buscan ser queridas para pasar sus últimos días felices.

—Hace ver las cosas bonitas señorita Martini. Desde su perspectiva el mundo se ve bonito, aun cuando para otro se vea horrible. Es una lástima que no aplique aquello en su propia vida.

Me quedé en silencio.

—Ese hombre Lorenzo, no merece sus lágrimas. Menos sus palabras, no merece nada de usted. No vale la pena.

—Yo no estaba llorando por Lorenzo, lloraba por no haber sido tan ciega de no ver lo que había delante de mí. De cómo las personas que decían quererme me lastimaron sin importarles nada. Lorenzo le dijo las palabras a otra mujer que yo siempre quise escuchar. He visto en fotos como le daba un anillo y la hacía ver ante todos como si fuera el amor de su vida. Ya sabe es como lo dice mi madre "Toda escoba nueva siempre barre bien".

Tome aire y seguí hablando.

—Ha tenido el descaro de decirme que quiere regresar conmigo. Supongo que cree que soy la misma idiota de hace meses que rogaba por su amor. Pero he decidido sacarlo para siempre de mi vida. No me quedaré a esperarlo cuando ella lo haga a un lado.

—Chiara, siempre seremos valiosos a la vista de la persona correcta, es un idiota que no ha visto lo que ha perdido. Te daré un consejo, ya no seas la persona que siempre da y nunca recibe.

—Tomaré su consejo señor Marchetti, gracias por escucharme.

—Solo tengo una curiosidad, ¿de dónde has visto esas fotos?

—Alguien las envió a mi teléfono móvil, luego de eso lo lance furiosa al mueble. Por eso no lo he traído conmigo.

—¿Quién las envió?

—Era un número desconocido.

—Está bien, te daré un nuevo teléfono, así ya nadie podrá molestarte de nuevo con estúpidos mensajes.

—No es necesario, ya le he dicho que solo lo he golpeado, pero aun funciona.

—Y yo he dicho que no dejaré que te estreses en el embarazo. Compraré uno nuevo para ti.

Accedí a lo que Alessadnro había dicho. Luego de eso aparcamos en la entrada de su casa en donde vimos la figura de su novia Carina parada a un lado de su auto.

FrágilWhere stories live. Discover now