El almuerzo había llegado rápidamente y estaba dispuesta a poner mi plan en marcha. Momo me había encontrado en su casillero, antes de ir a la cafetería.

— Sana me contó tu plan. Se fuerte y dulce, Chaeng.

— Yo siempre soy dulce, a menos que me provoquen — saqué mi gran bolsa de Skittles y mi libro de mi mochila.

— Eso es lo que me da miedo... — ella miró la bolsa de dulces— Estoy pensando en darte la mitad de mi sándwich pero es de pavo con tomate. Lo siento —sonrió y dio palmaditas en mi hombro— Diría, diviértete pero, ya sabes.

Luego de eso salí de la cafetería para dirigirme a el "laboratorio" de Mina.

Encontré la sala adecuada y llamé a la puerta. Me aclaré la garganta cuando algunas personas hacían su camino hacia el almuerzo. En cuanto yo: estoy frente a un cuarto de suministros. Así que me senté en el cómodo piso y apoyé mi espalda en la pared, iba a ser una larga espera. Mina estaba allí pero no quería abrir la puerta o ella estaba en otra parte. No importa qué, yo estaría aquí para darle la bienvenida.

El suelo frío y duro se convirtió un poco incómodo. El almuerzo estaba casi terminando y no había señales de ella. La mitad de un sándwich de pavo y tomate sonaba bien, podría ir rápido a la cafetería y conseguir algo.

— ¡No! ¡No puedo arriesgarme! —con el tiempo la hora del almuerzo terminó igual que mi paciencia— ¡Hola! ¡Sé que estás allí! —golpeé la puerta—, ¡Por favor, sólo quiero hablar! —mi grito obtuvo algunas miradas, oí a un chico murmurar "Bicho raro" así que me di la vuelta y dije con orgullo— ¿Nunca has visto a alguien hablar con una puerta? —de mi bolsillo saque una bolsita de Skittles que olvidé que tenía, empecé a masticar, me di la vuelta para tomar la manilla de la puerta, pero lo que tocaba no era frío y sólido, era firme y cálido.

Mina estaba frente a mí. No es exactamente la manera en la que yo había querido empezar las cosas, así que puse mi mejor sonrisa.

— ¡Hola de nuevo!

— ¿Sabes lo increíblemente molesta que eres?

— No —mi voz levantó una mueca en mi inocencia fingida— Mira, todo lo que quiero es hablar, escúchame una vez y te dejaré en paz.

Ella suspiró y miró a su alrededor, aún habían alumnos que nos miraban y murmuraban entre sí. Ella rodó los ojos, agarró mi brazo y me tiro adentro— Que sea rápido, estoy perdiendo tiempo — Mina se cruzó de brazos y con esa acción vislumbre los músculos bajo su bata.

De inmediato mi atención cambio a la sala donde estábamos. Era mucho más grande, ni siquiera se asemeja a un armario.

Había estantes, la mayoría repletos de libros, un enorme cartel de la tabla periódica ocupa la mayor parte de la pared frente a nosotras. Un sofá verde del otro lado, y por otro dos mesas llenas de vasos y tubos de ensayo.

— ¡Deja de mirar embobada y habla! —me mordí la lengua por el sonido fuerte de su voz.

— Tengo una proposición para ti —ella parecía aburrida y quise abofetear su expresión— Si aceptas ser mi tutora, voy a venir aquí todos los días y limpiar este lugar —eso sonaba mejor en mi cabeza.

Ella no dijo nada durante un segundo y esa es la causa por la que mi sonrisa desapareció— Déjame ver si entiendo. Tú vienes aquí e insultas la limpieza de mi laboratorio, encima de eso, dices que tienes que invadir mi espacio personal.

— Sí, más o menos.

— ¡Fuera! —señaló la puerta.

— ¡No! ¡Espera, salió todo mal! Mejor no me enseñes nada, yo sólo voy a observar en silencio. Prometo no hablar contigo a menos que tenga una pregunta. Yo... Yo no hago preguntas estúpidas... La mayor parte del tiempo —balbuceé— No es que este sucio, es un gran laboratorio y ambiente. ¡Por favor! Realmente necesito esto.

Estaba prácticamente arrastrándome por esta chica y a ella no le importaba.

— De lo contrario voy a venir, todos los días, a hablar con tu puerta. Y yo puedo hablar una y otra y otra vez.

Mina gimió en derrota— Está bien.

— ¡Sí! —salté e hice un pequeño baile, me quedé helada cuando la vi mirándome— Uh, sí, gracias.

— Sólo tienes que cumplir las reglas. Vas a venir aquí durante el almuerzo y después de la escuela para estudiar. No vamos a hablar la una a la otra fuera de estas paredes y no vamos a decirle a nadie sobre lo que hay en esta sala, ¿Queda claro?

— Como el agua —hice una pausa— Bueno, tú sabes, el agua es clara.

— Cierra bien cuando salgas.

Me acerqué a la puerta y me detuve antes de abrirla— Oye.

— ¿Qué?

— Gracias, Mina.

Ella parpadeó sorprendida antes de volver a su expresión de aburrimiento. Abrí la puerta y salí con la esperanza de oír un: De nada.

Mañana sería mi primer día con Myoui Mina como mi tutora; no sé por qué, pero estaba esperando que llegara.

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❝ El lado dulce de la química ❞ || MiChaengΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα