Capitulo 1

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Shanghai 1958

Enamorarse era una fantasía Algo exagerado, romantizado, descabellado, bastante idealizado. Enamorarse era todo, menos realista. Eran cuentos de hadas que solía leer y simples historias cortas que llegó a escuchar cuando era un niño. Era un muro de cristal que todo el mundo ponía enfrente de su larga relación para hacerla parecer perfecta. Enamorarse era todo, menos algo perfecto. Al menos para Wang Yibo. Él creció alrededor de una familia que todos los días se desmoronaba como migajas de una pared pintada con pintura barata. Su madre despreciaba a su esposo, quien la detestaba también. Estuvieron juntos por años y años. Claro, infelices. Insatisfechos. Imperfectos. ¿Por qué seguían juntos? Wang Yibo nunca lo supo,jamás les pregunto. Simplemente, lo entendía: El amor nunca dura."Oh, él es muy tranquilo," Wang Yibo escuchó "No habla demasiado, lee mucho y casi siempre está trabajando, muy rara vez está en casa."Wang Yibo se mofó de sí mismo, de pie junto a la puerta. ¿Qué tiene de malo ser tranquilo? Había escuchado esas palabras siempre, desde que era un niño: hablas muy poco,abre la boca un poco más, deja de ser tan aburrido.Y es que, leer era el único escape que tenía a todo lo que le rodeaba. Y su trabajo...su trabajo lo mantenía ocupado. de todo a su alrededor. De sí mismo, quizá."¡Creo que en realidad es bastante encantador! Nunca dice malas palabras, siempre
es educado. Además, es muy inteligente, por todos esos libros que lee. Trabaja en un despacho de abogados. Si, el que está cerca del centro.

Wang Yibo siguió escuchando, eso lo hizo relajar los hombros un poco. Así que, no es... el peor. Wang Yibo estaba de pie en la entrada de aquella casa, de quien no estaba seguro quien era el dueño. De hecho, por el último par de semanas, no se sentía muy seguro de muchas cosas. Se mudó a Londres hace solo un mes. Apenas comenzaba a instalarse en su nuevo hogar, y ahora había sido traído a la fuerza a la casa de sus vecinos. La estruendosa charla se escuchaba desde la sala, mientras Wang Yibo miraba alrededor, disfrutando de su estética moderna. Era bastante grande, lo que le hizo cuestionarse sobre el número de personas que vivían ahí.Afuera llovía muy fuerte. Estaban en Londres, por supuesto. Era noche, alrededor de las 8. Wang Yibo vio un tocadiscos de vinilo en una pequeña mesa de madera, que estaba contra la esquina de la pared, la cual parecía bastante fina. Colocó suavemente la punta de sus dedos sobre el disco, tocando despacio sobre la ruleta, cuando de repente-"Es Little Richard" escuchó decir a una voz profunda, lo que le hizo voltear al instante, un escalofrío recorriendo su espina, sobresaltándolo "Impresionante, ¿no crees?" continuó, refiriéndose al vinilo en el tocadiscos. Los ojos de Wang Yibo se agrandaron por unos segundos, era como si de repente hubiera olvidado como articular palabras con las cuerdas vocales en su
garganta. Habla. Wang Yibo por un momento olvidó como hablar. El hombre de pie frente a él era alto. No mucho más alto que Wang Yibo, pero se veía mucho más grande. Más ancho. Su cabello azabache caía delicadamente sobre su rostro, era ligeramente largo, con algunos mechones enredados en la parte posterior de su cuello. Vestía una brillante camisa roja y pantalones.
"Bueno," el hombre habló seriamente, mirando a Wang Yibo, quien seguía ahí, estupefacto. "¿Se te perdió algo? "No, señor" Wang Yibo dijo, y... ¿señor? ¿Por qué le dijo señor? Ese hombre parece apenas un poco mayor que él. Wang Yibo maldijo a su subconsciente por hacerle decir eso en voz alta. Los hombres dominantes y autoritarios siempre lo habían intimidado por razones desconocidas.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de aquel hombre, y Wang Yibo no pudo evitar sentir como las esquinas de sus propios labios se curvaban un poco y- se sintió nervioso "Yo solo... regresaré a la sala" Wang Yibo dijo,tartamudeando un poco, y el hombre solo asintió, con una sonrisa divertida aún en su rostro.
Wang Yibo se dio la vuelta y caminó hacia la sala, preguntándose a quien acababa de ver y que estaba haciendo ahí, en esa casa. Muchas preguntas rondaban su cabeza mientras observaba alrededor, hasta que vio a dos mujeres sentadas en un sofá, quienes parecía como si estuvieran susurrando algo una a la otra."¡Wang Yibo!" Rosie exclamó, y sus ojos se iluminaron, su voz resonando suavemente. Eso era lo que a Wang Yibo le gustaba tanto de ella, su forma de hablar tan suave. "No has saludado bien a Veronica" Veronica, Wang Yibo pensó mientras miraba a la otra mujer en el sofá. Rizos oscuros cayendo hasta la altura de su barbilla. Usaba lápiz labial rojo intenso y algún tipo de sombra plateada brillante en sus párpados. Intimidante. "Mucho gusto" dijo
sonriendo."Encantada de conocerte también, Wang Yibo" Veronica le respondió y Wang Yibo no pudo evitar notar el contraste entre ella y su esposa, quien estaba sentada a su lado. Rosie, con su cabello largo y rubio, y sus brillantes ojos verdes, labios rosas y
contextura pequeña "Una disculpa enorme por no haber podido asistir a su boda, escuché que fue preciosa. Rosie, tienes que enseñarme las fotos" "¡Tenemos muchísimas! Te dije que vinieras, fue un día muy especial, ¿Verdad, Wang Yibo?" Rosie le preguntó con una sonrisa, y Wang Yibo resopló, asintiendo. Rosie regresó a mirar a Veronica "Deben venir con nosotros en el verano, regresaremos a New York por un mes, solo a visitar. Me gusta Londres, en serio, pero ya extraño mi hogar" Rosie dijo, sus hombros cayendo sutilmente. Wang Yibo no sabía cómo consolarla."Londres es agradable... ¿Tú trabajas, Veronica?" Wang Yibo preguntó y Veronica lo miró."Que amable de tu parte. No es muy común escuchar a los hombres mostrando interés en el trabajo de las mujeres." Ella se rió entre dientes, aunque su tono de voz era un poco frío, casi calculador, irónicamente poco llamativo. "Soy profesora de inglés" la mujer le respondió y Wang Yibo asintió. Era extraño sentirse tan intimidado por una mujer apenas unos años mayor que él,
pero no podía evitarlo. "Wang Yibo es abogado" Rosie dijo con una sonrisa.
Wang Yibo se rió un poco avergonzado. "Rosie, n-no soy abogado. Voy a la escuela de Derecho. Voy a graduarme este año, por ahora soy secretario en el despacho de los Edwards Adams" le respondió y Rosie le dio una cálida sonrisa."Bueno, vas a ser abogado. Uno muy bueno." Rosie le dijo y Wang Yibo le sonrió de vuelta."Mi esposo es abogado." Veronica agregó y Wang Yibo la miró "Quizá él podría ayudarte." Fue ahí cuando los ojos de Rosie se abrieron más de lo normal, como si estuviera olvidando algo de vital importancia.
"¡Tu esposo!, ¿Dónde está?" y era bastante adorable ver lo emocionada que estaba por todo.Los pensamientos de Wang Yibo volvieron hacia aquel hombre al que había visto
hace un momento en el vestíbulo. Aquella interacción sintiéndose tan falsa, como si nunca hubiera ocurrido. Quizá así había sido. Quizá solo fue la mente de Wang Yibo, haciéndolo alucinar. Eso probablemente explicaría el indefinido resplandor que veía
a su alrededor."Oh, cierto, lo olvidé completamente" Veronica dijo entre risas y era casi cautivador lo varonil que a veces parecía, mirándose al mismo tiempo tan joven y elegante."Xiao Zhan, ven aquí, ¿quieres? Ha estado un poco ocupado últimamente con un nuevo caso en el que está trabajando. Saben lo difícil que es conseguir trabajo últimamente, así que Xiao Zhan está casi haciendo el trabajo de 10."Wang Yibo se sentó junto a Rosie, quien lo miró con una sonrisa tímida. Veronica se levantó por un momento para ir por su esposo, quizá. "Te hablé de ella, ¿Recuerdas? Solíamos ser mejores amigas cuando éramos más jóvenes, pero se tuvo que mudar a Londres." "Se ve mucho mayor que tú" Wang Yibo señaló.

Alguien para amar Where stories live. Discover now