𝖠𝗇𝗍𝖾 𝗆𝗂𝗌 𝗈𝗃𝗈𝗌. [𝖡𝖾𝗈𝗆𝖧𝗒𝗎𝗇].

Ante mis ojos, 15.

—¿Piensas seguir escondido en mi casa hasta cuándo? —Preguntó YeonJun mientras acercaba un tazón de fideos a TaeHyun—. Tienes que comer algo, está mal que no camas casi nada.

TaeHyun lo miro con un puchero.

—Ya no funciona conmigo, TaeHyun. —Dijo YeonJun—.

TaeHyun bajo la mirada con sus labios abultados formando un lindo puchero.

YeonJun suspiró y se sentó en la silla a un lado de él.

—Tae, yo sé cómo te sientes, en verdad, es algo normal que le sucede a la gente que tiene una casi relación con sus jefes.

TaeHyun lo miró mal.

—Okey, no te gusta que te diga nada sobre eso... —Dijo—. Me dijiste que lo besaste, pero ¿por qué estás aquí escondido? ¿cometiste un delito?

—¡No! —Dijo TaeHyun—. No es eso...

A YeonJun le sorprendió bastante el hecho de que por fin TaeHyun haya dicho unas palabras en seis días de estar ahí.

—¡Hasta que por fin hablas! empezaba a creer que te habías cortado la lengua. —Dijo—.

TaeHyun volvió a mirarlo mal.

—¿Qué fue lo qué pasó?

TaeHyun lo miró de reojo y vió el tazón frente a él.

—Después de besarlo... Me aleje, es más, creo que hasta lo empujé un poco. —Dijo TaeHyun—. No fue mi intención hacerlo, sólo le dije que no era correcto y que lo sentía, luego salí de ahí y...

—¿Y? TaeHyun, tienes que contarme todo lo que pasó, ¿luego?

—Se filtro el vídeo de la cámara de seguridad.

YeonJun se quedó callado. No sabía que decirle, solamente se levantó y lo abrazo.

TaeHyun salió después de mucho tiempo de casa de YeonJun, sintió que ya debía regresar a su casa después de tantos días de haber estado lejos de ella.

Agradeció a YeonJun por el hospedaje inesperado y se digno a tomar el autobús directo a su casa.

En el camino, pudo recordar varias cosas, entre ellas, lo que había estado sucediendo con BeomGyu.

No era correcto sentir algo por tu jefe. Era malo, muy malo.

Sentí que sus sentimientos no eran nadamás por las muelas porque nunca iba a poder tener algo con BeomGyu aunque se lo propusiera.

Cuando vio que estaba cerca de la esquina de su parada, preparó sus cosas y se levantó de su lugar para ir hasta las puertas y esperar que el bus se detuviera para poder bajar.

Apenas lo hizo, se colocó bien el bolso de su hombro y caminó un poco hasta llegar al estacionamiento donde en el divagó un carro ya reconocido para él.

BeomGyu...

Había pensado TaeHyun.

—Es la milésima vez que pregunto por él y nomás nada, Jeongin...

TaeHyun dejó de ver el coche para ver como BeomGyu estaba apoyado en él llamando por teléfono.

—No, no tienen... —BeomGyu se volteo y cruzó miradas con el menor—. Olvídalo... —Colgó—.

TaeHyun entro en pánico cuando vió que BeomGyu venía a toda velocidad hacia él.

Intento huir, pero la mano de BeomGyu en su muñeca y girando su cuerpo hacia él lo detuvo.

Por mucho tiempo y fuerza.

—TaeHyun... ¿Dónde carajos estabas? —Preguntó BeomGyu con la preocupación en su voz—. Estuve buscándote todos estos días... Yo...

—Si fue para reclamarme lo del beso... No tiene porqué hacerlo... —Habló TaeHyun, bajó su cabeza—. Ya sé que estuve mal y no debí actuar de esa forma tan impulsiva con usted. Lo lamento por las molestias. —Hizo un leve reverencia—.

—¿De qué estás...?

—Por eso pensé renunciar. —Dijo levantando la vista—. No quiero ser una molestia más para usted y la gente de la empresa.

—¡Escúchame! —Alzó la voz BeomGyu, asustando a TaeHyun—. Lo siento... Yo soy el que debe pedirte disculpas por no saber cómo protegerte.

—¿De qué habla?

—Demonios TaeHyun... Estos últimos meses he estado buscando la forma de expresarte lo que siento... Pero me es difícil. —Dijo—. No sé que más hacer para que te quede claro que me gustas, me gustas mucho TaeHyun... Me gustas como no te imaginas...

TaeHyun se quedó callado ante tal concesión. Por un momento, sintió que solamente eran él y BeomGyu juntos.

—Me gustas desde el primer día que nos chocamos... Suena muy ilógico, lo sé, pero es verdad... Te juro que yo... Quedé totalmente flechado por ti.

—Beom no juegues con eso...

—No estoy jugando, TaeHyun. —Dijo firme—. Es verdad, totalmente verdad... Me gustas, me gustas demasiado, más de lo que debería... Estoy enamorado de ti. Y... Mierda, he intentado acercarme lo más que puedo a ti.

TaeHyun bajo la mirada hasta el suelo, viendo como la mano de BeomGyu seguía (ahora) en su mano, tomándose suavemente.

Se quedaron un rato en silencio hasta que BeomGyu se acercó a TaeHyun y tomó su mentón para que lo mire.

—¿Yo te gusto?

TaeHyun asintió.

Eso fue suficiente para que BeomGyu uniera sus labios en un beso que era compartido por lágrimas, pero eran lágrimas de felicidad y melancolía.

Porque al final de todo, TaeHyun si gustaba de BeomGyu y de una forma que él jamás imaginó.